
Ricardo Currás, el consejero delegado de Dia, compró 50.000 acciones de la compañía dos semanas antes de que Letterone Investment Holdings, la firma del inversor ruso Mikhail Fridman, anunciara el viernes que ha adquirido otro 15% del capital, convirtiéndose así en el primer accionista, con el 25% de las acciones.
En concreto, Currás compró 30.000 títulos el pasado 5 de enero, a un precio de 4,40 euros cada uno y otros 20.000 más el día 9 a 4,35 euros, con lo que ha invertido un total de 219.000 euros. El primer ejecutivo suma así 276.244 títulos de la cadena de supermercados, equivalentes al 0,04 por ciento de la empresa.
Borja de la Cierva, consejero independiente, recibió también 6.789 títulos el pasado 27 de diciembre a un precio de 5,03 euros, por un total de 32.639 euros. En este caso, sin embargo, se trata de una retribución como consejero. La compañía asegura que "el consejero delgado compró los títulos para cumplir con el reglamento interno que le obliga a tener un mínimo de acciones".
La compra de Fridman se comunicó al cierre del mercado y tras una subida de la acción del 1,05 por ciento, hasta 4,41 euros. El inversor entró en el accionariado de Dia el pasado mes de julio, con la adquisición directa de un 3 por ciento de la empresa y una opción sobre otro 7 por ciento más, que tenía fecha de ejecución ahora. Al vencimiento de la misma ha decidido, sin embargo, aumentar todavía más su participación. Así, se ha hecho con otro 5 por ciento más de forma directa y ha firmado otra opción, que ejecutará el próximo 2 de noviembre, por un 10 por ciento adicional.
De esta forma, contará con un total de 155,6 millones de acciones de Dia, que están valorados en más de 686 millones de euros. Letterone Investment comunicó ayer a la CNMC que "no" tiene intención, sin embargo, de formular una oferta pública de adquisición (opa) sobre la cadena, al no superar el 30 por ciento de las acciones.
El empresario, propietario de la mayor cadena de supermercados rusa, es un viejo conocido en España. A través de su sociedad VimpelCom, la sexta mayor empresa de telecomunicaciones del mundo, mantuvo relaciones con el Grupo Zed Worldwide, que han sido investigadas tanto por el FBI como por la SEC y la Policía española.
Investigación
La investigación abierta trata de dilucidar si la firma, a través de Zed, realizó pagos ilícitos en Rusia después de que en el pasado fuera ya multada por el abono de sobornos. En España tanto la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UCDEV) y de la de delitos financieros y fiscales (UCDEF) el fiscal anticorrupción, José Grinda, que se especializó en su día en la actividad de la mafia rusa en España, han seguido muy de cerca también su actividad.
La Policía sospecha que Fridman está a la cabeza de la organización que hundió Zed, pero el inversor, la séptima fortuna rusa, ha conseguido evitar hasta ahora su imputación en el caso. Fridman figura asimismo en todos los medios internacionales por un presunto informe del servicio de espionaje británico, el MI6, en el que se le vincula con la filtración de los correos de la candidata Hillary Clinton, así como por unos presuntos pagos a Vladimir Putin.