
Abengoa ha renunciado al proyecto de construcción y concesión del acueducto El Zapotillo, en México, Se trata de uno de sus mayores contratos en el país azteca y, además, estaba incluido dentro del listado de activos que la empresa sevillana preveía vender, una vez finalizado, para hacer frente a los préstamos de los fondos de inversión y bancos que permitieron su salvación. El grupo que preside Gonzalo Urquijo estudiará reclamar a las autoridades mexicanas una compensación por las inversiones acometidas hasta la fecha en un proyecto cuyo presupuesto alcanza los 566 millones de dólares (470 millones de euros).
Concesionaria del Acueducto el Zapotillo, sociedad de Abengoa México, remitió el pasado viernes un escrito de renuncia sin responsabilidad a la concesión, según permite el contrato que la compañía andaluza se adjudicó en octubre de 2011. La decisión de Abengoa, que ha declinado hacer comentarios, se ha precipitado apenas tres meses después de que alcanzara un acuerdo con Prana Capital, división de Infraestructura y Energía del fondo administrador de capital de pensionistas mexicanos (Artha Capital), por el que éste tomaría el 80% del proyecto a cambio de invertir los recursos financieros necesarios para completar el acueducto. La infraestructura, de 139 kilómetros de longitud, prevé suministrar agua potable a más de un millón y medio de habitantes desde la presa de El Zapotillo a los municipios de Los Altos de Jalisco hasta llegar a la ciudad de León.
La alianza, no obstante, estaba sujeta a una serie de hitos que no se han conseguido. El principal es que tras meses de espera, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no ha concedido a Abengoa los derechos de vía para poder actuar en los terrenos sobre los que el acueducto debe discurrir, según explican fuentes conocedoras del proceso.
A pesar de que la adjudicación se remonta a 2011, Abengoa no inició los trabajos hasta mayo de 2016, una vez obtenidos los permisos pertinentes. En julio del pasado año, de hecho, firmó un modificado del título de concesión y contrato de prestación de servicios del proyecto junto al resto de entidades implicadas, Conagua, Fonadin, Comisión Estatal de Agua de Guanajuato y Sapal. La reprogramación del plazo de ejecución del proyecto establecía las condiciones necesarias para su finalización en julio de 2018.
Desde que iniciara la construcción el pasado año, Abengoa ha trabajado en los terrenos donde tenía los derechos de vía, que tan solo representan el 9,35% del total de la longitud de la traza.
Abengoa abandona el proyecto para evitar dedicar más tiempo, dinero y recursos. La compañía reclamará una compensación por las inversiones acometidas. Conagua, por su parte, también se reserva acciones legales contra la ingeniería española. La autoridad mexicana tendrá que decidir ahora qué concesionaria culminará la obra.
El acueducto de El Zapotillo figura en el plan de viabilidad de Abengoa como uno de los proyectos clave que vendería para repagar la deuda contraída con los hedge funds y bancos que inyectaron 1.200 millones para salvarla. Las desinversiones más importantes e inmediatas, no obstante, serán la del 41% de Atlantica Yield y la del tercer tren (A3T) de México.