Empresas y finanzas

Tesla arranca su Gigafactory: así es su nueva mega fábrica de baterías

  • La Gigafactory duplicará el desarrollo de baterías para coches eléctricos

Elon Musk, el genio detrás de Tesla, el fabricante de coches eléctricos de lujo, tiene acostumbrados a sus inversores y clientes a recibir una de cal y otra de arena.

Mientras la compañía cerró 2016 con una nota relativamente amarga, al no cumplir con sus objetivos de entrega de vehículos, el arranque del nuevo año llega endulzado por el pleno funcionamiento de su megafábrica, más conocida como la Gigafactory, donde la empresa ya ha comenzado la producción masiva de baterías de ion-litio. Una hazaña en la que Tesla cuenta con el respaldo de Panasonic y que inicialmente alimentará productos como el Powerwall 2 y Powerpack 2.

Un hito crucial para la compañía que anunció sus planes para construir una de las mayores fábricas del mundo hace tres años, cuya planta final equivaldrá a la de 107 campos de fútbol americano y generará al menos 35 gigavatios hora en baterías anualmente.

Una ambiciosa meta que corresponde a la producción mundial de baterías de litio en 2013 y cuya producción ya está en marcha. Con sede en la Electric Avenue de Sparks, no lejos de Reno, en Nevada, la Gigafactory y sus baterías, que se usarán para almacenar la energía que impulsa a sus productos Powerwall y al Modelo 3, se postulan como el origen de una nueva revolución manufacturera en el país.

Musk, quien sorprendió el año pasado con la compra de SolarCity, el mayor fabricante de paneles solares en EEUU, a cambio de 2.600 millones de dólares (2.476 millones de euros al cambio actual), busca con su intensa producción de baterías reforzar en suelo estadounidense una industria que hasta ahora ha estado dominada por China, Japón y Corea del Sur.

A día de hoy más de 2.900 personas trabajan ya en el descomunal recinto de unos 455.224 metros cuadrados, según las cifras proyectadas por la compañía. Tesla y Panasonic planean sumar este año otros 4.000 puestos de trabajo, donde se incluyen empleos temporales de construcción.

Inversión de 4.770 millones

El pistoletazo de salida a la fabricación de baterías de ion-litio, que comenzó a probarse el pasado de diciembre, así como el estreno de la Gigafactory, con un coste aproximado de 5.000 millones de dólares (4.760 millones de euros) y cuya puesta de largo se llevó a cabo el pasado verano, lograrán duplicar la capacidad de producción mundial de este tipo de baterías cuando las producción alcance su pleno rendimiento, algo que debería materializarse entre 2018 y 2020.

Para entonces, esta megafábrica, de la que sólo se ha construido hasta la fecha un 30%, contará con 6.500 empleados a tiempo completo.

De momento, la producción de baterías para el primer automóvil eléctrico de la compañía para el mercado masivo, el Modelo 3, cuyo coste mínimo se sitúa en los 35.000 dólares (3.300 millones de euros), comenzará en el segundo trimestre de 2017.

Según un informe de Navigant Research, Tesla es el principal responsable de que las ventas de baterías para coches eléctricos vayan a registrar este año un crecimiento aproximado del 60%. El impacto de la compañía de Musk tanto en el mercado de los vehículos eléctricos como en el de baterías es evidente, con sus principales competidores reforzando sus inversiones y su producción.

Mark Muro, director del Programa de Políticas Metropolitanas de la Brookings Insitution, un think tank con sede en Washington, reconoce que Tesla "tiene mucho que demostrar. Han comenzado un proceso novel en periodos de tiempo bastante limitados, prometiendo reinventar el proceso de manufactura y se juegan mucho en el proceso", advierte. Un hecho que ya se ha demostrado en la evolución de las acciones de Tesla, que en 2016 cayeron un 4,3%.

Dicho esto, la compañía de Musk obtuvo un beneficio de 22 millones de dólares (21 millones de euros) durante su tercer trimestre fiscal, la segunda vez en su historia que Tesla cubrió sus gastos, algo que no ocurría desde 2013.

Primeros coches, en 2018

En estos momentos, la Gigafactory se posiciona también como un pilar importante para cumplir con los plazos de entrega de su Modelo 3. El pasado octubre, Tesla avisó que los nuevos pedidos del coche eléctrico más asequible de la compañía recibirán su vehículo en 2018. Los clientes que encargaron sus modelos antes deberían tener el coche en 2017, como establecía el plan original de la compañía.

El éxito de Tesla con el Modelo 3 es crucial para conquistar el mercado de consumo masivo y garantizar una rentabilidad sostenible para la firma. Cabe recordar que el Modelo S en su versión más simple duplica el coste del Modelo 3.

Aprovechando el arranque en la producción de sus baterías, Musk mantuvo esta semana una ronda de preguntas y respuestas con varios analistas de Wall Street, quienes pudieron dar una vuelta por las instalaciones de la masiva fábrica de Tesla. Durante la conversación con los allí presentes, el consejero delegado dijo que la compañía confía en el progreso que se lleva a cabo en la Gigafactory de cara a producir algunos de los componentes de su Modelo 3 y, según adelantaron los expertos de Morgan Stanley, próximamente se anunciarán nuevas noticias al respecto.

Musk hizo alusión al presidente electo, Donald Trump, y su "fuerte énfasis" por reforzar las manufacturas y fábricas patrias, una postura que Tesla comparte. Los analistas de Morgan Stanley cuentan con un precio objetivo para las acciones de Tesla de 242 dólares, lo que representa un alza de aproximadamente el 6% desde los niveles actuales. Por su parte, los expertos de Goldman Sachs, mostraron cierta preocupación por la falta de detalles en la producción.

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