
La constitución del banco malo de Banco Popular podría atascarse. Según informa Bloomberg, que cita a tres personas familiarizadas con el asunto, la entidad estaría teniendo dificultades para cumplir con los términos financieros establecidos para poner en marcha esta sociedad valorada en 6.000 millones de euros.
La agencia detalla que Banco Popular, que está trabajando con Deutsche Bank, se habría encontrado con el rechazo de algunos bancos de inversión para participar en el proyecto.
Fuentes del banco han reconocido a elEconomista.es que siguen en conversaciones con seis bancos de inversión en estos momentos, de los que algunos ya habrían mostrado su interés, y se mantiene el "plan de ruta" fijado: llevar la operación a término en el primer trimestre de 2017. "El proceso sigue con normalidad", puntualizaron dichas fuentes.
Por su parte, Bloomberg calcula que serían cuatro las entidades habrían firmado un compromiso preliminar para respaldar el acuerdo y Banco Popular habría contratado ya a un presidente y un consejero delegado para la nueva compañía.
Con todo, la agencia detalla que no estaría todo perdido. Las fuentes consultadas apuntan que Banco Popular podría tener que ofrecer una mayor rentabilidad -lo que encarecería el coste- o pedir cantidades más pequeñas de cada banco como una alternativa para atraer más inversores. Y es que, los términos finales de la filial no se han determinado.
En resumen, el banco planea crear una nueva empresa con los activos inmobiliarios que han estado lastrando su balance desde la caída del mercado inmobiliario en España. Posteriormente planea ceder las acciones de la nueva unidad a sus actuales accionistas antes de sacar a bolsa la compañía en 2017.
Presión sobre Ángel Ron
Por su parte, el presidente de la entidad, Ángel Ron, se enfrenta a una creciente presión en el banco después de que la última ampliación de capital por valor de 2.500 millones de euros no convenciese a los inversores. La acción registra la peor evolución en el índice Stoxx Europe 600 Banks en los últimos tres meses.
Asimismo las posiciones cortas en el capital del Popular se han triplicado en los últimos dos meses y a fecha del 11 de noviembre equivalían al 7,2% del capital accionario, según datos recopilados por Markit. Los hedge funds AQR Capital Management y Marshall Wace informaron la semana pasada de aumentos en sus posiciones cortas.
El panorama apunta a que la banca española se encamina a otra fase de consolidación, indicaron varios ejecutivos bancarios, y el ritmo de las fusiones podría acelerarse tras la asunción del nuevo gobierno el mes pasado. En este sentido, Popular es visto cada vez más como un potencial blanco de adquisición.
"Banco Popular es independiente y el consejo ha elaborado un plan, que es conocido por el mercado y que está siendo aplicado rigurosamente para reforzar esta independencia", aseguraba el banco en un comunicado.