Empresas y finanzas

La ampliación de Banco Popular sólo interesa a quienes ya sean accionistas

  • Sus títulos retoman las caídas tras dejarse ayer un 26,5%
  • Tiene la segunda peor recomendación del Ibex 35, un vender
  • La operación no es atractiva para quien está fuera de la entidad

No por esperada la ampliación de capital de 2.500 millones lanzada por Popular dejó de provocar un terremoto en el parqué. Después de dos sesiones en las que sus títulos habían recuperado un 12%, la cotización de la entidad sufrió ayer jueves la mayor caída de su historia, un 26,5%, lo que llevó a la acción a los mínimos de 1990. Acudir o no acudir... Las opciones del inversor para no perderse.

En este contexto, la opinión de los analistas sobre la operación parece bastante clara: en caso de contar con acciones es recomendable acudir a la misma -puesto que la dilución para quien no vaya será del 47,7%-. Por contra, para aquellos que están fuera de la compañía la consigna es clara: la entidad cuenta con la segunda peor recomendación de todo el Ibex 35 -solo tiene peor consejo FCC tras su ampliación-, un 'vender' que cuelga sobre sus títulos de forma continuada desde 2008.

En estas condiciones, aquel que cuenta con títulos del Popular y quiera acudir a la ampliación cuenta con dos opciones. O bien acudir a la ampliación y abonar 1,25 euros por cada nueva acción -recibirá un derecho por cada título y se necesitarán 14 para recibir 13 acciones- o bien vender el número de derechos de suscripción preferente suficientes para recaudar el dinero necesario que le permita comprar papel, pero sin necesidad de desembolsar más dinero, en lo que se conoce como operación blanca.

Javier Bernat, analista de Beka Finance, explica que, para aquellos que ya tienen títulos del banco el precio es atractivo, ya que "con los resultados de marzo de 2016 el precio en libros sería de 0,43 veces, lo que estaría en la parte baja de la valoración de los bancos españoles". Por su parte, Nuria Álvarez, de Renta 4, considera que "para el que es accionista, salir ahora del valor no compensa" y cree que "si alguien está fuera, en el corto plazo hay más razones para pensar que va a seguir cayendo a que exista un rebote". Así, considera que el grupo está "haciendo borrón y cuenta nueva para preparar el balance y los niveles de solvencia de cara a 2018".

Después de la operación la reacción de los analistas no se ha hecho esperar y desde Oddo han reducido su precio objetivo desde los 3,10 euros por título hasta 1,5 euros -un 13,4% por debajo del cierre de ayer- y en BBVA han fijado su valoración en 2,1 euros. Por su parte, desde Bankinter han reducido su recomendación desde neutral a vender y creen que "la cotización tenderá a converger con el precio de la ampliación".

Fuentes próximas al banco defienden que la entidad podía haber aguantado sin haber realizado la operación, pero los bancos de inversión aseguradores -Goldman Sachs y UBS- han recomendado llevarla a cabo por el momento de tranquilidad que se vive en el parqué. Y es que con el mercado descontando que no se producirá el Brexit, la incertidumbre política por las elecciones del 26 de junio y el escenario en Estados Unidos con la amenaza de Donald Trump no parecía fácil encontrar otra ventana para realizar la operación en lo que queda de año.

BBVA, Santander, Barclays Bank y nueve entidades más se han adherido al contrato de colocación y aseguramiento de la ampliación de capital de Popular, en la que ya participaban UBS y Goldman Sachs, según ha comunicado el banco a CNMV.

La peor opción para el invesor

Los analistas coinciden al señalar que el Banco Popular tenía un déficit de provisiones que debía resolver. Sin embargo, Juan Ramón Iturriaga, gestor de Okavango Delta y Spanish Opportunities, indica que "no esperaba que la entidad recurriese a la ampliación de capital para cubrirlo, dado que es la solución menos favorable para el accionista", si bien considera que "sirve para poner punto final a este problema".

Aún así, algunos analistas consideran que la incertidumbre seguirá pesando sobre la entidad presidida por Ángel Ron. Así, en Bankinter advierten de que "no termina de resolver las dificultades del banco en términos de calidad crediticia, de manera que consideramos improbable que el mercado dé por completado el saneamiento del balance con esta operación". En cinco años la entidad ha captado casi 5.500 millones en el mercado y su precio ha retrocedido un 84%, frente al retroceso del 33,2% experimentado por el sector en Europa en el mismo periodo, lo que despierta los recelos de los inversores.

Bernat advierte de que hay visibilidad para este año, pero cree que en 2017 y 2018 podría existir incertidumbre sobre si el banco tendrá que volver a ampliar capital y el equipo de análisis de Bankinter asegura que "el banco gana tiempo con esta operación, pero nada garantiza que no tenga que volver a apelar al mercado en el futuro".

Mientras, Victoria Torre, analista de Self Bank, recuerda que "las dudas sobre la entidad no son recientes, ya que en los últimos años Popular viene siendo una de las entidades más débiles". A su vez, Nuria Álvarez señala que teniendo en cuenta la incertidumbre regulatoria que presiona a todo el sector, "lo que se ha podido comprobar es que en los bancos no se puede descartar nunca nada".

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