
ABENGOA CL.B
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Abengoa ha ampliado hoy la información sobre su endeudamiento tras la crisis vivida en bolsa los pasados jueves y viernes, cuando perdió la mitad de su capitalización tras presentar sus resultados del tercer trimestre y dispararse las dudas en torno a cómo estaba contabilizada, y cómo va a utilizarse, una emisión de bonos por 500 millones cerrada justamente el 30 de septiembre.
El plan de acción lanzado por la empresa a partir de este lunes, tras numerosas reuniones con sus bancos financiadores celebradas hasta ayer domingo incluido, incluye una recompra de bonos por 600 millones que iban a vencer entre final de este año y el próximo. Además, la andaluza ha fijado un nuevo objetivo de endeudamiento para 2014 y 2015 al incluir la deuda aflorada de la emisión de sus bonos verdes.
Abengoa utilizará para ello parte de su liquidez corporativa, que asciende a 3.716 millones a septiembre -de esta cantidad, 1.000 millones están reservados para el pago a proveedores, y la cantidad de libre disposición efectivamente que se usará para esa recompra es de 2.716 millones-. La empresa considera que con una caja con 1.000 millones de efectivos tiene suficiente colchón para seguir operando, y la cifra quedará en el entorno de 2.100 millones tras restar a 2.716 de libre disposición los 600 millones anunciados hoy.
Las acciones de la empresa llegaron a subir un 20% en el Ibex, tras el desplome del 36%, el mayor de su historia, el viernes. Citi considera que los títulos de la compañía valen un 300% más.
Las emisiones concretas de bonos que serán el objetivo de este plan de recompra están aún por decidir, y se distribuyen entre unos 200 millones antes de final de año y el resto el próximo ejercicio.
Deuda de más de 9.000 millones
Manuel Sánchez, consejero delegado, y Bárbara Zubiría, codirectora financiera, han mantenido un encuentro público con analistas bursátiles para asegurarles en primer lugar que "no hay un sólo céntimo de deuda fuera de nuestro balance", según Sánchez Ortega. La deuda neta total es de 9.022 millones, como elEconomista publicó el pasado sábado tras recibir los datos de la compañía. Este dato había dejado de facilitarse en las presentaciones de junio y septiembre. Precisamente uno de los compromisos de Abengoa, junto con ese plan de recompra de bonos, es el de proporcionar más y más detallada información financiera trimestral a partir de ahora.
A partir de ahí, los directivos se esmeraron en explicar de manera diferenciada los tres tipos de fuentes de financiación que usa Abengoa a día de hoy. Primero, la corporativa, que asciende en términos netos a 2.125 millones a cierre de septiembre (6.264 millones en términos brutos) aunque en este dato se incluyen los 250 millones que se prevé ingresar por la venta formalizada de tres activos a su filial Abengoa Yield, aunque esa filial tiene precisamente aún que cerrar una emisión de bonos para poder pagar a la matriz; en segundo lugar, y desde 2002 como se encargaron de recordar, la empresa contabiliza deuda sin recurso asociada a proyectos concesionales concretos por un importe bruto de 5.589 millones; y, en tercer lugar y ante la dificultad de ir financiando cada uno de esos activos (110 desde 2002, precisa las empresa, en los que nunca ha habido ningún problema relacionada con la deuda que los respalda), Abengoa ha decidido lanzar bonos que servirán para financiar esos proyectos individuales pero sin precisarse de antemano cuál de ellos respaldará. Para esto último, de hecho, ha creado una nueva filial, Abengoa Greenfield.
En este último epígrafe tiene 1.592 millones a cierre de septiembre. A ellos se añaden los 500 millones de esa emisión de bonos verdes que no quedó incluida a la hora de cerrar los estados financieros a septiembre. De esa primera cantidad, 1.457 millones están invertidos en la promoción y construcción de una decena de activos concesionales en América Latina, y el resto (135 millones), está en la caja de la empresa. Los activos en los que esa cantidad está invertida tienen además un valor en libros de 1.875 millones, precisó la empresa. Así, el ratio de endeudamiento ha quedado fijado en cinco veces su Ebitda a cierre de este año y en 4,5 veces para el año que viene. Estas cifras están por encima de las 2,1 veces en las que la andaluza había situado su nivel de apalancamiento en sus últimas cuentas trimestrales.
Con respecto a la agencia Fitch, que colocó en octubre el ráting de Abengoa en perspectiva negativa (es de bono basura, B+), y el viernes señaló que la ratio de deuda corporativa neta sobre ebitda es del doble que el declarado por la empresa (4 veces, en lugar de las 2,1 declaradas ya que Fitch considera esos 1.592 millones en financiación puente para futuros proyectos como deuda corporativa al estar garantizada por la propia matriz y algunas de sus filiales), la empresa comparó su operativa con la de Moody's y S&P. Estas dos últimas usan sus datos consolidados totales, no exclusivamente los de la deuda corporativa, para otorgar sus rátings de deuda. Zubiría recalcó que no espera impactos en las calificaciones de esas dos agencias, como sí ha ocurrido con Fitch.