La agencia de calificación Moody's ha rebajado el rating de Espirito Santo Financial Group (ESFG), el holding que agrupa las participaciones bancarias de la familia, y lo sitúa en "situación cercana a la insolvencia". Esta rebaja se une a la que esta mañana ha aplicado S&P al Banco Espirito Santo, que la considerada bono basura de grado "muy especulativo".
Moody's ha recortado en dos escalones el rating de ESFG desde 'Caa2' a 'Ca', lo que lo sitúa en la categoría de "situación cercana a la insolvencia", según informa en un comunicado.
Con esta decisión la agencia concluye la revisión de la calificación del holding financiero de la familia Espirito Santo, propietario del 20,1% del Banco Espirito Santo (BES), que inició el pasado 26 de junio y prorrogó el 9 de julio.
La rebaja de la nota de ESFG refleja el "elevado riesgo" de quiebra y de "pérdidas significativas" para sus acreedores como consecuencia de los recientes acontecimientos en torno a la entidad y sus "problemáticos accionistas indirectos", Espirito Santo International (ESI) y Rioforte.
Rebaja al banco
Por otro lado, la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor's ha rebajado el rating de Banco Espírito Santo (BES) en dos escalones, la segunda revisión en menos de una semana, y la deja en 'B-' desde el 'B+' en el que la situó el viernes pasado. Se trata de un nivel considerado como bono basura, de grado "muy especulativo" y a un paso de caer en la categoría de "riesgo de quiebra".
La entidad justifica la revisión a la baja por el aumento del riesgo después de que la operadora Portugal Telecom haya comunicado que el Grupo Espírito Santo no le ha reembolsado los 847 millones de euros en pagarés en el día de ayer, cuando vencía esta deuda.
Standard and Poor's coloca, además, al banco "bajo vigilancia con implicaciones negativas", por lo que podría volver a recortar la nota en un futuro próximo.
Los problemas de Espirito Santo
En las últimas semanas, el BES se enfrenta a duras presiones financieras debido a los recelos de los inversores sobre la capacidad de pago de las deudas contraídas por algunas empresas del grupo al que pertenece.
En cuanto al banco, la institución dice que "hay mayores posibilidades" de que su principal accionista, el Espírito Santo Financial Group "registre un impacto financiero negativo adicional" ante su exposición y conexiones a las ramas del grupo en dificultades.
La agencia alerta, además, que los riesgos potenciales son "elevados" para el perfil financiero del BES y que estos aún no son posibles de cuantificar. Ayer, el Banco Central de Portugal señaló que otros socios de la entidad estarían dispuestos a inyectar más capital si fuera necesario.
La rebaja de Standard and Poor's coloca su nota al mismo nivel que el de Moody's, que el viernes pasado también recortó la calificación en tres niveles.
El banco cuenta con una exposición declarada de unos 1.200 millones de euros al grupo, pero los analistas aún dudan sobre la relación y conexión del banco con otras filiales del grupo. De hecho, las últimas noticias apuntan a que la familia Espiritu Santo, propietaria del conglomerado, estaría preparando la solicitud de concurso de acreedores para su sociedad de inversión, Rioforte.
La solicitud se haría en Luxemburgo, donde está registrada la sociedad Rioforte, que es la que agrupa las participaciones de la familia Espirito Santo. Según las fuentes a las que ha tenido acceso la agencia de noticias, esta decisión se tomaría para prevenir al grupo de una insolvencia. Si esto llegara a producirse, el grupo estaría en riesgo de perder el Banco Espirito Santo.
La familia Espírito Santo podría perder el BES