
Rodrigo Rato se ha despedido hoy de los empleados de Bankia y les ha pedido todo el apoyo y colaboración con el nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri, así como la misma lealtad que él recibió cuando estuvo al frente de la entidad. El Gobierno rechazó el plan que Rato tenía para sanear la entidad.
Rato ha aprovechado para insistir en que Bankia "nada tiene que temer porque es una entidad sólida y con recursos", aunque considera que el progreso del grupo no será posible que continúe como hasta ahora "sin la entrega y profesionalidad" de sus empleados.
En una carta enviada por correo electrónico a todos los trabajadores de Bankia, ha reconocido que su tiempo al frente del grupo "no han sido meses fáciles ni complacientes" y que la actual coyuntura obligó a tomar "decisiones exigentes, a veces ingratas". No obstante, en su opinión, estas decisiones eran "siempre necesarias para garantizar la fortaleza y viabilidad de Bankia".
Por eso Rato se marcha convencido de que, "aunque siempre es posible hacer las cosas mucho mejor", antepuso el interés general de la entidad, clientes, accionistas y plantilla, por encima de cualquier otro.
Por eso les agradece el trabajo de estos años y les dice que además de una responsabilidad muy satisfactoria, ha sido un honor estar al frente de Bankia y del Banco Financiero y de Ahorros.
"Me ha permitido presidir un equipo humano y profesional de primer orden y del que me siento hondamente orgulloso", ha afirmado Rato.