
Europa y EEUU mantuvieron ayer el primer encuentro político para intentar mejorar la relación bilateral. La comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, recibió en Bruselas al representante de la Administración americana, Robert Lighthizer, para perfilar qué barreras se pueden eliminar en los intercambios entre ambas orillas.
Ambos lados describieron el encuentro como "constructivo" y esperan conseguir resultados en noviembre. En concreto, Washington espera conseguir avanzar con las barreras regulatorias, igualando los requerimientos entre ambas partes sin comprometer los estándares europeos en materia de salud o protección del consumidor.
Dadas las profundas diferencias que todavía existen entre Washington y Bruselas, los dos jefes políticos de la negociación se reunirán de nuevo a finales de este mes y sus equipos en octubre. El objetivo es que en una nueva reunión en noviembre puedan presentar ya algunos resultados.
El diálogo en marcha forma parte de la parte exploratoria del proceso negociador, acordada el pasado julio por el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump. Una vez que la UE y EEUU hayan acordado en qué bienes se pueden reducir los aranceles a cero y buscar una armonización regulatoria, ambas partes deberán solicitar un mandato negociador al Congreso de EEUU y a los Estados miembros de la UE para arrancar la negociación formalmente.
Tensión con China
Mientras la mayoría de socios comunitarios había expresado sus reticencias sobre negociar con Washington, en la capital estadounidense se esperan la activación de los aranceles a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares, con las amenazas del presidente Donald Trump de ampliar su ataque sobre otro grupo de bienes por valor de 267.000 millones de dólares. Si se llegase a implantar esta nueva ronda de aranceles, se elevaría el valor de los gravámenes a más de los 505.000 millones de dólares que el país importó de China en 2017, según la Oficina del Censo de EEUU.
"Si EEUU insiste en imponer otra ronda de gravámenes a productos chinos, China definitivamente tomará contramedidas para salvaguardar sus derechos e intereses legítimos", dijo ayer el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, poco después de conocer cómo el superávit comercial del gigante asiático con la primera economía del mundo creció en agosto hasta los 31.050 millones de dólares desde los 28.090 millones registrados un mes antes.
Así, centrado ahora en los inversores estadounidenses, China ha convocado para el próximo 16 de septiembre una mesa redonda financiera con grandes compañías de Wall Street para rebajar tensiones.