
Algo está cambiando en los últimos días en el tono del Partido Nacionalista Vasco a la hora de hablar de su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, hasta ahora, cerrados a cualquier tipo de negociación con el Gobierno si el 155 sigue en vigor en Cataluña. Aunque no se atreven a desterrar el anatema del polémico artículo de la Constitución, este miércoles, desde la dirección del PNV se adelantó la opción de no presentar enmiendas a la totalidad a las Cuentas de 2018 y tampoco apoyar las que presenten el PSOE y Podemos. Susana Díaz negocia los PGE mientras Sánchez sigue aferrado al 'no' rotundo
De manera que el debate de dichas enmiendas, que se celebrará según el calendario previsto los días 25 y 26 de abril, ya no será un obstáculo para que el Ejecutivo siga tramitando los Presupuestos. La dirección peneuvista opina estar por la labor de ganar tiempo, siempre y cuando vean que hay gestos políticos y distensión, y siempre que haya una solución satisfactoria para todos.
O, lo que es lo mismo, tiempo suficiente para poder negociar y que, con suerte, caiga el 155 en Cataluña, y tiempo para "poder negociar un buen acuerdo para Euskadi", confirman fuentes peneuvistas a elEconomista. Desde el PP, el buen acuerdo podría cuantificarse "en 2.000 o 3.000 millones más".
Además, desde el PNV se señala la actuación de Carles Puigdemont como el principal obstáculo para el fin del 155, por lo que, en un momento dado se podría tirar de este argumentario para, de no caer el 155, responsabilizarle a él y aprobar los Presupuestos. Claro que el PNV da capotazos al hablar de cifras. Es más, recuerda que hasta ahora no ha negociado nada con el Gobierno, lo que desde Moncloa se desmiente. Los nacionalistas insisten en que no han dedicado ni un solo segundo a negociar desde la aplicación del artículo 155, de modo que -subrayan-, "tendríamos que empezar de cero y a contrarreloj".
Una condición matizada
Las infraestructuras, el gran capítulo que se echa en cara al PNV, es algo que "quedó acordado el año pasado y nunca ha estado condicionado a la aprobación de los Presupuestos de 2018". Por tanto, echan mano del ministro Íñigo de la Serna, "habría muchas cosas más por negociar, pero de eso ya habrá tiempo de hablar". Eso sí, matizan desde el País Vasco, "las competencias no se incluirán en estos Presupuestos. Esa es una tarea del Gobierno vasco y no del PNV", determinan.
Y precisamente del otro lado del PNV, desde el lado institucional, se admite que con el Gobierno nunca ha existido la pretendida tensión que han querido recalcar algunos sectores de Madrid. Lo único que sí ha habido -matizan sobre la cuestión- es la condición del artículo 155. No obstante, añaden a eE, este jueves se tomará una decisión, y la opción que más puntos gana es dejar pasar los Presupuestos Generales, que sigan su trámite hasta la votación de mayo". Entonces ya se verá, pues en efecto, el 22 de mayo es la fecha límite para formar Gobierno en Cataluña, y de no lograrse de manera inmediata se convocarán nuevas elecciones autonómicas para finales de julio. Y por otra parte, el 24 de mayo acaba el plazo para la tramitación de los PGE.
No obstante, desde las filas del PNV, Andoni Ortuzar, presidente del EBB del PNV, dijo el miércoles que cree que los soberanistas catalanes presentarán un candidato a la presidencia de la Generalitat que esté libre de carga judicial antes del 22 de mayo, cuando expira el plazo para unas nuevas elecciones.
La patronal, con Rajoy
El presidente de la patronal vizcaína Cebek, Iñaki Garcinuño, instó al PNV a apoyar los Presupuestos, "si estos son buenos para Euskadi". Reconoció que, el "problema es más político que económico" y debe ser resuelto en ese ámbito. Asimismo, aseguró que "sería bueno que la política de pactos del País Vasco se extendiera". Garcinuño mostró su satisfacción por el aumento de la recaudación fiscal motivada por la producción empresarial y de la nueva negociación del Cupo vasco.