Economía

El Presupuesto dejará más ingresos a 12 millones de personas si se aprueba

  • Sube el sueldo a funcionarios, mejora a jubilados y baja el IRPF
  • El Gobierno sorprende con un alza del 3% de la pensión mínima
  • Las Cuentas prevén un récord de ingresos de más 210.000 euros

Moncloa dio luz verde ayer al anteproyecto de Presupuestos del Estado más generoso con el gasto que se conoce desde los inicios de la crisis. Hasta 12 millones de personas, entre trabajadores, funcionarios y pensionistas, podrían ver elevada su renta si las Cuentas reciben el apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria, Nueva Canarias y el PNV, que se resiste al sí por el temporal político y judicial en Cataluña.

El órdago del Gobierno es claro: apuesta por un texto al que es difícil oponerse, y en caso de que no salga adelante, podrá presentarse ante el electorado como víctima de una oposición que impidió rebajas en el IRPF, mejoras sustanciales de las pensiones y beneficios a trabajadores públicos, padres o familias numerosas.

"Es un Presupuesto realista, creíble y basado en el equilibrio financiero. El Gobierno tiene la intención de que la recuperación llegue al máximo número posible de personas a través de un crecimiento integrado", resumió el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, al término del Consejo de Ministros que aprobó el proyecto. Comparecían con él los titulares de Economía y Hacienda, Román Escolano y Cristóbal Montoro, y todos ellos se conjuraron para mandar el mensaje de que, hoy por hoy, el único escenario sobre la mesa es el de que las Cuentas se aprueben. Aunque los apoyos definitivos no estén cerrados.

Sin entrar en demasiados detalles a excepción de los relativos a las rebajas fiscales y las subidas de pensiones, Montoro se mostró "confiado" en que de aquí a un mes, cuando debe celebrarse el debate a la totalidad en el Congreso, el Ejecutivo haya logrado el apoyo que a esa misma hora le estaba negando, en rueda de prensa, el PNV.

"Hoy toca vender", justificaron fuentes del Gobierno, cuando se preguntó a los ministros por detalles concretos del proyecto: posibles subidas de impuestos escondidas en la letra pequeña, el préstamo de las pensiones, un escenario de ingresos nunca visto (210.000 millones), o la forma de cuadrar el déficit en el 2,2% cuando se pretende gastar el 1,3% más respecto al ejercicio 2017.

Nada de eso parece importar ahora, aunque el Presupuesto nazca herido de muerte por falta de apoyos suficientes en las Cámaras. "Dejen algo para el día 3", manifestaba Montoro, que explicará más detalles de las Cuentas cuando las lleve el martes a la Cámara Baja, para despejar preguntas incómodas a un texto mucho menos desmenuzado que el que presentó el año pasado, también en marzo, para desgranar las líneas generales de los Presupuestos 2017.

En busca de votos

Los beneficios sociales del anteproyecto ya se habían ido conociendo en los últimos meses a medida que los contactos con Ciudadanos, el principal socio parlamentario del Gobierno, fructificaban. Aunque Montoro se dejó una perla para ayer: las pensiones mínimas y no contributivas subirán un 3%, y no el 2% como había manifestado el día anterior Albert Rivera.

Tal vez fue lo más novedoso de una rueda de prensa en la que también se presentaron, con boato, el aumento de la base reguladora de las pensiones de viudedad (del 52 al 54%), medida pendiente desde el año 2014: la subida del umbral exento de IRPF de 12.000 a 14.000 euros, que también beneficia a los más mayores; la bajada de este tributo para perceptores de salarios de hasta 18.000 euros; o las nuevas deducciones de 1.000 euros por gastos de guardería, de 1.200 euros por cónyuge con discapacidad o de 600 euros por cada hijo a partir del cuarto.

En definitiva, las modificaciones fiscales elevarán la prestación de hasta 6,7 millones de pensionistas y mejorarán el salario de 3,5 millones de trabajadores con rentas de entre 12.000 y 14.000 euros anuales. Un total de nueve millones de beneficiarios a los que hay que sumar los casi tres millones de funcionarios, que verán incrementadas sus nóminas un 1,75% (y un 0,2% adicional si el PIB sube más del 3,1%, algo que por ahora el Ejecutivo descarta).

En total, 12 millones de ciudadanos que pueden, sin duda, alterar el rumbo de las próximas elecciones ahora que las encuestas dibujan una proximidad peligrosa entre tres partidos, el PP, Ciudadanos y el PSOE. Y una porción muy significativa de la población que puede quedarse sin esas mejoras si el PNV -y Nueva Canarias, cuyo apoyo tampoco está cerrado- no acompañan al Ejecutivo.

"Aprobar los Presupuestos no perjudica a nadie y beneficia a todos, mientras que no aprobarlos perjudica a todos y no beneficia a nadie", advirtió Méndez de Vigo, con la estrategia muy clara. A su juicio, las Cuentas son necesarias para seguir creciendo -este año lo haremos cuatro décimas más de lo previsto, el 2,7%- y generando empleo, hasta 485.000 este mismo año según el cuadro macro dibujado por Román Escolano.

Pero, ¿cómo pagar?

Como ayer el Gobierno solo pareció ocuparse de lo positivo, tampoco dedicó mucho tiempo a explicar la manera en que se pagarían las mejoras. Montoro insistió en que la recaudación "va a hacer posible" pagar las bajadas de impuestos y las subidas de pensiones, y todo ello "sin que haya ninguna duda" de que el déficit bajará al 2,2%.

"Estamos en una economía que crece y que permite que subamos un poco el gasto", insistió el titular de Hacienda, quien se declaró "cansado" en petit comité pero que se mostró convencido de contar, a finales de abril, con apoyos suficientes para un "buen Presupuesto".

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