
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, ha asegurado que una guerra comercial entre EEUU y otras potencias "dañará tanto al que la inicie, como al país contra la que se dirija", y advirtió de que China responderá a las subidas arancelarias. Tras la renuncia de Gary Cohn, principal consejero económico de la Casa Blanca, se espera que Trump apruebe esta semana los aranceles de un 25% a las importaciones de acero y de un 10% a las importaciones de aluminio.
La medida apunta a contrarrestar las importaciones baratas, especialmente de China, que Trump dice perjudican a la industria y los empleos en Estados Unidos.
Su Gobierno se ha enfrentado a una creciente oposición a los aranceles de destacados republicanos y funcionarios del Congreso preocupados por su posible impacto en la economía.
Wang, hablando en el marco de una reunión anual del Parlamento chino, ha dicho que China y Estados Unidos no tenían que ser rivales, y que la historia muestra que las guerras comerciales no son la forma correcta de resolver los problemas.
"Especialmente dada la globalización de hoy, elegir una guerra comercial es una prescripción errónea. El resultado solo será perjudicial", ha declarado Wang. "China tendría que adoptar una respuesta justificada y necesaria", ha agregado.
A pesar de la tensión creciente entre los dos países, China ha aumentado el comercio con EEUU. Los intercambios entre las dos primeras potencias económicas del mundo alcanzaron los 627.750 millones de yuanes (99.000 millones de dólares, 79.000 millones de euros) a cierre de febrero, lo que implica un incremento del 15,8% frente a los dos primeros meses de 2017. Las importaciones de China subieron un 6,1%, mientras que las exportaciones lo hicieron un 20%.
Las ventas de bienes y servicios de China al exterior alcanzaron en febrero un valor total de 1,11 billones de yuanes (176.000 millones de dólares, 141.460 millones de euros). Esta cifra supuso un fuerte aumento respecto al mismo mes del año anterior y contrastó con la caída que se produjo en las importaciones, cuyo valor total fue de 888.160 millones de yuanes (140.440 millones de dólares, 113.190 millones de euros), una partida que en enero había registrado un avance del 30,2%.
Estos intercambios permitieron a China cerrar el mes de febrero con un superávit comercial de 224.880 millones de yuanes (35.550 millones de dólares, 28.660 millones de euros), cifra que contrasta con el déficit de 73.000 millones de yuanes (11.540 millones de dólares, 9.300 millones de euros) que hubo en el segundo mes del año anterior.