
El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y la primera ministra británica, Theresa May, han logrado un acuerdo para cerrar las bases del Brexit, lo que permitirá a Londres y Bruselas iniciar las conversaciones sobre las relaciones futuras una vez se produzca el divorcio si así lo aceptan los líderes de la UE el próximo viernes. Este avance, que pone fin a un impasse provocado por la frontera irlandesa, da un respiro a los mercados.
"La Comisión está satisfecha de que se hayan logrado avances suficientes en cada una de las tres áreas prioritarias -derechos de los ciudadanos, diálogo sobre Irlanda y la factura financiera-", ha anunciado el Ejecutivo comunitario después de unas tempranas negociaciones que llevaron a May a coger un vuelo a primera hora.
Bruselas recomendará ahora a los jefes de estado y de gobierno de la UE a 27 "concluir que haya avances suficientes en la primera fase" y decidir "si permiten que las negociaciones vayan a la segunda fase" en la cumbre a 27 del próximo 15 de diciembre.
"La primera ministra May me ha asegurado que tiene el respaldo del gobierno del Reino Unido. Sobre esa base, creo que ahora hemos logrado el gran avance que necesitábamos. El resultado de hoy es, por supuesto, un compromiso·, indicó Juncker en una conferencia de prensa organizada apresuradamente. Thaler: "No soy optimista sobre cómo acabará el acuerdo final del Brexit".
Fase dos: los tratados de comercio
Así las cosas, la Comisión ha asegurado que está lista para comenzar a trabajar en las conversaciones de la 'fase dos', que cubren los tratados de comercio y las relaciones a largo plazo con el bloque. Pasar a las conversaciones sobre comercio y una transición de la salida del Reino Unido es crucial para el futuro de la presidencia británica y para mantener el flujo comercial entre el mayor bloque comercial del mundo y su sexta economía nacional después de que Gran Bretaña abandone la UE el 30 de marzo de 2019.
El principal aliado parlamentario de May en Irlanda del Norte indicó que se acordó un texto que aclaraba los acuerdos en relación con la frontera entre Reino Unido y la UE en la isla de Irlanda, cuatro días después de que las objeciones de Belfast hubiesen quebrado el intento de May de firmar un acuerdo en un almuerzo en Bruselas el lunes.
Un intento cuidadosamente coreografiado para mostrar el progreso de las conversaciones Brexit colapsó en el último minuto cuando el partido de Irlanda del Norte que apuntala al gobierno de May vetó un borrador ya acordado con el gobierno en Dublín.
Desde entonces, May ha luchado para acordar términos sobre la frontera de Irlanda aceptables tanto para la UE como para Dublín, sus parlamentarios y el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP por sus siglas en inglés) que mantiene sus apoyos al frente del gobierno.