
El presidente catalán, Carles Puigdemont, ha dicho en una entrevista a Reuters que todo está listo para que se pueda votar en más de 2.000 centros electorales de Cataluña el 1 de octubre, en un referéndum de independencia considerado ilegal por el Gobierno español. l Trapero ordena requisar las urnas y cerrar los colegios sin usar la violencia
"Está preparado todo para que efectivamente los más de 2.000 puntos de votación tengan las papeletas, tengan las urnas, tengan todo lo que tienen que tener para que la gente pueda expresar su opinión", ha afirmado Puigdemont. | El Govern ultima los detalles del 1-O: presenta la urna y convoca a 5,3 millones de votantes
El dirigente catalán ha pedido también a las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado que eviten actuar "por motivos políticos", después de que el Gobierno español ordenara el envío de miles de agentes de la Policía y la Guardia Civil de refuerzo a Cataluña.
"Me gustaría que actuaran con el mismo criterio que actúan los Mossos, no por criterios políticos, no por órdenes políticas, sino por criterios policiales y profesionales", ha indicado Puigdemont.
"Jornada pacífica"
La justicia ha pedido que se bloquee cualquier intento de celebrar el referéndum, que ha sido paralizado por el Tribunal Constitucional a petición del Gobierno de Mariano Rajoy.
"Tienen un mandato, esto es evidente, hay un auto, nadie les va a pedir que desoigan lo que dice la juez, pero sí que creo que es exigible que no se haga política con ellos", ha agregado.
Pese a las dificultades, Puigdemont dijo estar convencido de que la jornada transcurrirá de forma pacífica.
"Creo que no debe haber nadie ni que utilice la violencia, ni que quiera provocar violencia para poder afear un poco lo que ha sido una imagen irreprochable de la reivindicación del catalanismo independentista, que es pacífica", ha subrayado.
Crisis institucional
Miles de personas se han manifestado en Cataluña contra las medidas para desmantelar el mecanismo electoral, que han incluido un mayor control sobre el uso de fondos públicos, la detención de altos cargos regionales, incautación de papeletas, cierre de webs y precinto de colegios electorales tras terminar la jornada escolar del viernes.
El enfrentamiento entre los gobiernos central y regional acerca de la viabilidad de la consulta ha sumido a España en una de sus mayores crisis políticas en décadas.
Reforma constitucional
Analistas y políticos creen que el enfrentamiento podría resolverse mediante un diálogo renovado entre las autoridades catalanas y españolas que conduciría a un mejor trato fiscal y un mayor gasto en infraestructuras para la región.
"La política española ha sido incapaz en todos estos años de formular algo parecido a una reforma constitucional", ha insistido Puigdemont.
De celebrarse la votación, es muy probable que se imponga el sí, dado que la mayoría de los que se declaran independentistas en las encuestas tienen previsto votar. El Gobierno catalán se ha mostrado tibio en los últimos días sobre si habrá dice que el Parlament declarará unilateralmente la independencia en las 48 horas posteriores a una victoria del sí.
Detención
Después de que el fiscal general de Estado dejara entrever que Puigdemont podría ser detenido por un delito de malversación de fondos públicos para la celebración de la consulta, Puigdemont dijo que este tipo de medidas contribuyen a que más gente se movilice para votar en el referéndum.
"Lo que pase conmigo no es relevante, aunque pase lo peor (...) y me encarcelen, habrá otro en mi lugar", ha señalado.