
En el esperado discurso de Theresa May, premier británica en Florencia, que abrirá la nueva ronda de negociaciones del Brexit, la dirigente se ha comprometido a respetar las decisiones del TJUE que "afecten a los ciudadanos europeos en Reino Unido" hasta que el país abandone la UE; pero indica que después ni los tribunales británicos ni europeo podrán hacerse cargo de las disputas que surjan. Propone "crear un mecanismo fuerte" y compartido de justicia que las resuelvas. l Discurso íntegro de May (en inglés)
Tal como se había filtrado en la prensa británica, la premier británico ha tendido la mano al resto de líderes europeos con un acuerdo de transición de dos años en el que Reino Unido aceptará someterse a las normas de la UE y a seguir con las aportaciones económicas hasta 2020 al presupuesto comunitarios. Una cifra que puede oscilar sobre los 20.000 millones, y que está lejos de los 100.000 millones que pide Bruselas.
Por primera vez, la ministra británica habla públicamente de dinero, o de lo que se ha conocido como la factura del Brexit que tiene que pagar el Reino Unido por su salida del bloque comunitario. Con ello, May espera desencallar las negociaciones que estaban atascadas por la falta de concreción de cifras por parte británica. | La libra retrocede ante euro y dólar tras el anuncio de los planes de May para el Brexit
May ha mostrado una cara más amable en territorio europeo. Y también ha cedido parcialmente en otros de los temas espinosos que mantiene Londres con Bruselas sobre el papel que tiene jugar el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La premier se ha comprometido a que las sentencias europeas serán tenidas en cuenta cuando afecte a los ciudadanos europeos en el país. Pero solo hasta 2020. Ha añadido que quiere que los ciudadanos europeos que viven en Reino Unido se queden con los mismo derechos.
Mecanismo común de justicia
Que sus propuestas pongan el límite en 2020 no es causalidad. La fecha marcada en rojo para que el Brexit se materialice es de marzo de 2019, con lo que el tiempo extra para pagar y aceptar las normas europeas entran en el campo de las concesiones a Bruselas.
May ha explicado que cuando se produzca la salida de Reino Unido de la UE no será posible que ninguno de los tribunales británicos serán capaces de zanjar las disputas legales que surjan. Ha propuesto la creación un mecanismo fuerte y compartido cuyas decisiones sean aceptadas por ambas partes.
Seguridad y terrorismo
Aunque la dirigente tampoco ha desaprovechado para ratificar las líneas generales que ha defendido Reino Unido durante las negociaciones. "Jamás se ha sentido completamente en casa y la UE nunca ha formado parte de la historia nacional", ha dicho May.
Con todo, la primera ministra ha reiterado que Reino Unido nunca terminará de desvincularse con las naciones europeas gracias a los valores que comparten. "Podremos dejar la UE, pero no vamos a dejar Europa", ha manifestado May, antes de destacar que "el éxito de la Unión Europea va en beneficio de Reino Unido".
Modelos creativo
En este sentido, May ha dado un giro al planteamiento sobre la seguridad y lucha contra el terrorismo. En algunos momentos de la partida, Londres especuló con hacer la guerra por su cuenta contra el terrorismo. May ha garantizado un "compromiso incondicional con la seguridad en Europa", con la firma de un nuevo tratado.
Además, ha insistido en pedir a los líderes europeos un "modelo creativo" para las relaciones comerciales de las islas con el continente. May ha subrayado que los acuerdos existentes de la UE con Canadá o Noruega, no son suficientes para Reino Unido. Su Gobierno busca mantener el acceso al mercado comunitario, aunque los partidarios de un Brexit duro optan por perder el libre el acceso al territorio continental.
Valoraciones
Desde el punto de vista político May ha realizado concesiones. El mensaje británico ha pasado de "mejor un no acuerdo a un mal acuerdo" a intentar ser más constructivo, pero desde el punto vista pragmático y de las negociaciones abiertas, a las propuestas "le han faltado detalle y pueden ser insuficientes" para que satisfaga a la UE, indica James Knightley, economista jefe de ING.
El experto destaca que pese a la concesión económica no ha puesto encima de la mesa la "factura definitiva" de la salida del Reino Unido, que además de incluir las aportaciones al presupuesto comunitario, afecta a los pasivos por pensiones,compromisos jurídicos y otros económicos.