Economía

El 'efecto Amazon' está detrás de la misteriosa desconexión entre crecimiento e inflación

  • Amazon está entrando en varios sectores mostrando mayor eficiencia
  • El gigante tecnológico obliga a sus competidores a reducir precios
Foto de Dreamstime

Crecimiento económico robusto acompañado de una inflación exánime. Bancos centrales y economistas intentan resolver este misterio. Los expertos arguyen varias razones para justificar este fenómeno y entre ellas se encuentra un posible shock positivo en el lado de la oferta que permite producir más sin incrementar los costes. Esto es lo que esgrimen desde la Reserva Federal de Chicago y ahora también desde Blackrock, donde han apodado a este fenómeno como 'efecto Amazon'. | El BCE prevé que la inflación de la eurozona caerá por debajo del 1% a principios de 2018

Sin gasto en escaparates (ni lo que ello conlleva) y logrando un gran volumen de ventas, Amazon puede reducir al mínimo, no sólo costes, sino que también el margen de beneficio que obtiene por cada unidad vendida. Las grandes cantidades con las que opera permiten a esta firma reducir márgenes y seguir obteniendo importantes ingresos y beneficios, a la par que gana cuota de mercado.

Charles Evans, presidente de la Reserva Federal de Chicago, ha mostrado su preocupación al respecto. En julio de este año comentó que se estaban reduciendo el poder de algunas empresas para fijar precios debido a los nuevos modelos de negocio y a los avances tecnológicos.

La tecnología disruptiva

"Sabemos que la tecnología es disruptiva. Está cambiando una serie de modelos de negocio que solían ser exitosos, ahora tienes que preguntarte si ciertos actores económicos pueden sobrevivir con estos márgenes o si están bajo amenaza de mayor competencia... Eso podría ser lo que está deteniendo la inflación".

Rick Rieder, director general de BlackRock, explica a través de la web de BlackRock que "estamos en medio de una de las mayores revoluciones por el lado de la oferta, conducida por los cambios tecnológicos y su influencia en la economía".

"Los productores de bienes producen cada vez más, sin embargo, la tendencia de los precios de esos bienes es débil... la influencia de la tecnología en increíble en algunos sectores, con la innovación, los menores costes de producción y la eficiencia que están afectando a los precios", destaca este experto.

Este fenómeno no está ocurriendo de igual forma en los servicios, que sí están protagonizando importantes subidas de precios. Sin embargo, los bienes que se producen son cada vez mejores, más útiles y novedosos, mientras que su precio se mantiene o varía poco.

Esta historia comenzó hace años cuando Amazon comenzó a vender una gran variedad de libros online. "Este cambio redistribuyó la cuota de mercado y erosionó el poder de negociación los bestsellers, presionando a la baja el precio de todos los libros".

Con el paso de los años, Amazon ha seguido creciendo y ha ampliado su gama de productos a la venta, reduciendo costes (ya no se necesita una tienda física con vendedores) y presionando a las marcas a vender sus bienes a un precio más competitivo ante la facilidad de obtener cualquier producto en la web de Amazon.

"Las gamas de productos de consumo que muestran los grados de penetración más altos en este tipo de venta (productos electrónicos, libros...) son aquellas áreas cuyos precios han sufrido más", comenta Rieder.

Ahora la comida

Otro problema para los banqueros centrales es que esta presión bajista sobre los precios se extienda ahora a los alimentos. Amazon compró el pasado mes de junio la firma de supermercados Whole Foods, y el primer día que el gigante tecnológico tuvo el control total sobre estos supermercados lazó una batería de descuentos que afecta a casi una veintena de productos. Una guerra de precios que se puede extender por el sector y suponer un lastre mayor para la inflación.

Al sector alimenticio también se puede sumar el de las telecomunicaciones. En uno de sus últimos discursos, Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal, destacaba que en los últimos meses la creciente competencia entre los operadores de teléfono e internet también estaba jugando en contra de del índice de precios.

Sin embargo, hay segmentos que han logrado escapar a Amazon o a otras plataformas de venta online y que sí han experimentado una inflación considerable. En este aspecto destacan los medicamentos, que por motivos de regulación es más complejo vender en la red, o los servicios relacionados con la belleza, que son imposibles de exportar y cuya realización depende en gran parte de un ser humano y de unas instalaciones físicas adecuadas.

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