Economía

Roubini alerta de que la "misteriosa" desconexión entre crecimiento e inflación es peligrosa

  • "Los bancos centrales deben ponderar los riesgos de mantener su política"
Nouriel Roubini, profesor de Finanzas de la Universidad de Nueva York. Reuters

Nouriel Roubini, profesor de Finanzas de la Universidad de Nueva York, cree que los banqueros centrales deben distinguir si la "misteriosa" desconexión entre crecimiento e inflación es un fenómeno temporal o si se va a prolongar. Los banqueros centrales pueden equivocarse a la hora de tomar decisiones de política monetaria  si calculan erróneamente la duración de este misterioso fenómeno, lo que puede afectar de forma negativa a la economía.

El crecimiento de las economías desarrolladas comienza a coger cierta tracción. El avance del PIB mundial se encuentra estabilizado por encima del 3%, mientras que el de las economías desarrolladas parece consolidarse cerca del 2% anual, según datos del Fondo Monetario Internacional.

Sin embargo, los precios al consumo se encuentran lejos del crecimiento del 2% interanual que los bancos centrales ven como idóneo para generar un clima económico confortable para los agentes. Analistas, economistas y demás expertos esgrimen diferentes hipótesis para explicar este fenómeno que impide que los banqueros centrales cumplir con su cometido.

Como explica Roubini en Project Syndicate, este fenómeno podría explicarse por un shock positivo por el lado de la oferta. Es decir, los sistemas productivos están sufriendo constantes mejoras que permiten producir más y mejores bienes y servicios sin incrementar los precios. 

Por otro lado, el profesor de la Universidad de Nueva York cree que la globalización, la pérdida de poder de los sindicatos y el auge de las multinacionales que fabrican y producen en países con mano de obra más barata podrían estar mermando la inflación. Esto provoca que los precios de importación se mantengan estables o incluso desciendan en ciertos periodos.

El riesgo de tomar el camino equivocado

Sea cual sea la causa que mantiene la inflación dormida, los banqueros centrales deben acertar sobre la duración de este fenómeno, que desde la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo ven como algo temporal. "Si los bancos centrales se equivocan al asumir que este shock es temporal, la normalización monetaria podría ser el camino erróneo". 

Por el contrario, "si este shock es permanente o más persistente de lo esperado, la normalización debería ser incluso más rápido (de lo que tienen previsto los bancos centrales), porque ya habríamos alcanzado el nivel de inflación adecuado para esta nueva normalidad".

En este sentido se ha manifestado el Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés), que sostiene que los banqueros centrales en Occidente deberían cambiar el objetivo de inflación, siendo esta nueva meta del 0%. El BIS cree que el shock positivo en la oferta es permanente, por lo que el actual objetivo de inflación del 2% está llevando a los bancos a inyectar cantidades ingentes de dinero que pueden desembocar en burbujas. 

"Los bancos centrales no están dispuestos a renunciar a su meta de inflación del 2%, por lo que están dispuestos a prolongar el plazo para lograrlo, admitiendo que la inflación puede permanecer baja durante más tiempo", explica Roubini. 

"Pero continuar durante más tiempo con las políticas monetarias no convencionales también acarrea riesgos no deseados como la inflación en el precio de los activos, un crecimiento exceso del crédito y burbujas. Mientras que la incertidumbre sobre las causas de la baja inflación continúen, los bancos centrales tendrán que ponderar estos riesgos", sentencia el economista de la Universidad de Nueva York.

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