
Sabine Lautenschläger, miembro Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ha hecho el anuncio más explícito hasta ahora de las intenciones del instituto emisor de iniciar la retirada gradual de estímulos monetarios a través del programa de expansión cuantitativa. Ayer el presidente del Bundesbank dijo que no los riesgos de deflación han desaparecido. l Draghi no sacará ningún conejo de la chistera en octubre: el BCE se ajustará a las normas actuales
"El boyante crecimiento económico junto con la acomodación monetaria llevará a la tasa de inflación hasta nuestra meta. No existen dudas de esto. Por tanto, es el momento de tomar una decisión respecto a la reducción de la compra de bonos a principios del próximo año", señaló la banquera central.
No obstante, admitió que el BCE aún debe pensar en cómo poner fin a sus medidas heterodoxas y subrayó la necesidad de la existencia de "mucha comunicación", ya que lo último que se busca es confundir al mercado con ideas vagas o ambiguas.
Asimismo, Lautenschläger aseguró que "todas las condiciones están en su lugar para que la inflación alcance el objetivo de estabilidad de precios, cerca del 2%".
"La eurozona acumula más de 17 trimestres consecutivos de crecimiento económico, la tasa de desempleo media ha caído de alrededor de un 12% hasta un 9% y la demanda ha cobrado impulso en todos los países en general", explicó la banquera.
Con este escenario, la pregunta entonces es por qué la inflación no se recupera a los niveles previstos. Según Lautenschläger, esto tiene que ver con la alta volatilidad de los precios del petróleo y de las materias primas, así como por el umbral de la tasa de paro, que se sitúa lejos de su potencial real.
No hay riesgo de deflación
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha pedido "levantar el pie del acelerador" de la política de estímulos del BCE y considera que los riesgos de deflación en la eurozona han desaparecido.
En una intervención en Fráncfort sobre "La política monetaria tras la crisis", Weidmann destaca que la política de compra de deuda estatal que lleva a cabo el BCE es un "puro instrumento de urgencia cuando se trata de contener una peligrosa espiral de deflación con caída de precios y salarios".
"Yo consideré ya exagerados los temores de deflación en el pasado, pero entretanto han desaparecido en gran parte", ha dicho.
El responsable del banco central alemán consideaó que en vista del suave aumento de los precios la "orientación expansiva de la política monetaria en la eurozona es adecuada".
"Pero sobre cómo de fuerte se debe pisar el acelerador monetario y sobre qué instrumentos deben usarse para ello se pueden tener diferentes opiniones", ha añadido.
Balance del BCE
Desde 2015, el BCE a través de su programa de expansión cuantitativa (QE), en virtud del cual 'inyecta' 60.000 millones de euros mensualmente en la economía, ha intentado reactivar la inflación y el crecimiento a raíz de las crisis financiera y de bonos experimentadas en la eurozona. Esta medida le ha llevado a incrementar su balance en más de 2,3 billones de euros.
La puesta en marcha de las medidas del BCE en 2014 explica la mitad del crecimiento nominal de los países de la eurozona en los últimos dos años, según estimaciones del Banco de España.