
Yellen ha evitado dar pistas sobre la política monetaria de EEUU y su discurso se ha basado básicamente en una defensa de las reformas regulatorias implementadas desde la crisis y una advertencia contra su eliminación de las limitaciones al sector financiero. Y lo hace cuando no está claro que cumpla un segundo mandato al frente de la Reserva Federal y con la Casa Blanca interesada en levantar las restricciones que tienen el sector financiero. El euro sube con fuerza tras el discurso y se dirige a nuevos máximos. l Draghi será prudente e intentará no alterar al euro en su regreso a Jackson Hole
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha hecho un alegato de defensa de las decisiones regulatorias adoptadas por la entidad para reforzar el sistema financiero tras la peor crisis desde 1929. "Las reformas implementadas después de la crisis de 2007 a 2009 han fortalecido el sistema financiero sin obstaculizar el crecimiento económico, y cualquier cambio futuro debería ser modesto", ha apuntado la presidenta de la Fed.
La esperada intervención de Yellen no ha ido por los derroteros de política económica, como esperaba el mercado. Se ha centrado en regulación financiera y en defender la actuación de su predecesor Ben Bernanke para reforzar el sistema y pedir más capital a las entidades antes nuevos cracks, "para hacer bancos más fuertes y más seguros".
Yellen se ha mostrado partidaria de retocar algunas medidas como la regla Volcker que limita a los bancos de inversión la operativa con su propio capital en activos arriesgados, pero en ningún caso una enmienda a la totalidad a todo aparato regulatorio que se montó alrededor de los bancos tras varios rescates, la conocida como Ley Dodd-Frank, y que ahora Donald Trump intenta tumbar.
"Varias investigaciones de la Fed sugieren que las reformas básicas que hemos puesto en marcha han aumentado sustancialmente la resistencia sin limitar indebidamente la disponibilidad de crédito o el crecimiento económico", ha explicado.
De esta manera, Yellen entra de lleno en el debate y se enfrenta a Trump y a sus asesores, como Jamie Dimon, presidente de JP Morgan, que acusan a la Fed de restringir el crédito y el crecimiento económico. El aumento de tensión se produce en un escenario simbólico como Jackson Hole y cuando no está nada claro que Janet Yellen repita mandato al frente de la Reserva Federal.
La presidencia de Yellen termina el próximo febrero de 2018 y Trump ya ha dejado claro que no la quiere en la Reserva Federal. El candidato favorito para sustituirla es Gary Cohn, actual principal asesor económico de Trump y ex presidente de Goldman Sachs. Con seguridad ante de que surja el debate profundo sobre su sucesión Yellen debería dejar encarrilada la subida tipos y un calendario de reducción de balance.
Esta cuestión ha quedado en un segundo plano en su intervención y los problemas de la economías occidentales con la baja inflación que lastra el crecimiento potencial de los países.