Economía

¿Cuándo comenzarán a subir los salarios? Los obstáculos que frenan las remuneraciones

  • La caída de la productividad está frenando el crecimiento salarial
  • Se espera que en 2018 las rentas del trabajo repunten algo más
Foto: Getty.

El crecimiento económico y la creación de empleo se han establecido en la eurozona desde hace varios años, sin embargo el crecimiento de los salarios sigue siendo "suave", tal y como reconoce el Banco Central Europeo. Más que suave, se puede decir incluso que es más bien bajo, sobre todo si se compara con los años previos a la Gran Recesión.

Según datos de Eurostat, el crecimiento salarial anual ronda en la actualidad el 1,5% frente al 2,5-3,5% presenciado durante los años previos a la crisis. La salud del mercado laboral no es tan fuerte como dejan entrever las estadísticas que se utilizan con mayor frecuencia para intentar describir la robustez del empleo.

Desde el banco suizo UBS creen que los salarios podrían volver a crecer con cierta normalidad a partir de 2018, pero el mercado laboral debe superar ciertos obstáculos para que este incremento salarial se prolongue y no sea sólo producto de una negociación colectiva que esgrimirá las subidas de inflación de este año para lograr unos salarios más altos el ejercicio que viene. 

"Esperamos que los salarios nominales suban más entre finales de 2017 y 2018, una vez que los sindicatos comiencen la siguiente ronda de negociaciones", explica la nota del banco suizo.

"En contexto con la mejora de la perspectiva económica, los salarios que se están pagando actualmente podrían ser superiores que los salarios que se han negociado", reconocen los economistas de UBS. Por ello también es probable que se produzca "una subida sustancial" en las fechas señaladas anteriormente, que además podría suponer un incremento importante de los salarios reales si no hay sorpresas en los mercados de materias primas y, a la postre, del IPC general.

¿Por qué no suben?

Como ha destacado el propio BCE en varias ocasiones, los salarios se enfrentan a varios cambios en el mercado laboral que están frenando su avance: el escaso avance de la productividad, la infravaloración de la debilidad real del mercado laboral, la rigidez de los salarios a la baja o la influencia del proceso de fijación salarial en algunos países.

Por un lado, tanto como señala el BCE como los analistas de UBS, no se está teniendo en cuenta la debilidad real del mercado laboral. El BCE calcula que si se tienen en cuenta (además de los desempleados 'oficiales') los trabajadores desanimados, los que están buscando empleo pero no se encuentran disponibles para trabajar de forma inmediata y aquellos que tienen un empleo a tiempo parcial pero desearían trabajar más horas, la tasa de paro de la eurozona sería del 18%, en lugar del 9,5% que muestra la tasa de desempleo 'oficial'.

"Este análisis apoya la visión de que las medidas convencionales que evalúan el mercado laboral no están capturando ciertos cambios estructurales que han tenido lugar desde la crisis económica y que están llevando a infravalorar la verdadera debilidad del mercado laboral", sentencian desde UBS.

Cambios profundos

Otra razón que está erosionando el crecimiento salarial es la fuerte creación de empleo en el sector servicios, en detrimento de la industria: "Los empleos en el sector servicios suelen estar asociados a una menor productividad respecto a los empleos en la industria. Esto se traduce en un menor avance de los salarios. El coste laboral medio por hora en la eurozona dentro de la industria es de 32,6 euros, mientras que en el sector servicios es de 28,6 euros", explican desde UBS.

Asimismo, la rigidez salarial a la baja también podría estar detrás de este fenómeno. "La dificultad para bajar salarios en tiempos de crisis ha llevado a las empresas a sufrir cierta aversión a subir sueldos a pesar del aumento de la demanda", comentan desde UBS. También hay que añadir que en algunos países la indexación de los salarios a la inflación ha estado evitando durante los últimos años alzas en las rentas del trabajo, puesto que el IPC ha mostrado avances muy leves en los últimos tiempos.

Hay que tener en cuenta que el 73% de los trabajadores europeos se encuentra bajo algún tipo de negociación colectiva que determina las variaciones de sus sueldos, y muchos de estos acuerdos tienen como pilar el comportamiento de los precios, es decir, la alteración del IPC.

Tampoco hay que olvidar el efecto de los cambios legislativos en el ámbito laboral en los últimos años. La moderación salarial podría estar en parte relacionada con las reformas estructurales puestas en marcha en el mercado laboral, unas reformas que han incrementado la flexibilidad y han reducido las rigideces nominales de las que se hablaba anteriormente. Es decir, las reformas laborales introducidas desde la crisis podrían haber alterado el funcionamiento del mercado laboral, según han destacado los economistas del BCE en varios de los documentos sobre trabajo presentados recientemente.

Por último, los expertos del banco suizo aluden el auge de los robots y la automatización como otro motivo que puede estar lastrando el crecimiento salarial de una parte relevante de los empleados. "Las rentas salariales iniciaron un camino descendente como parte del PIB en 1980 en los países desarrollados, tocando mínimos justo antes de la crisis financiera. Analizando por sectores, la industria, el transporte y la minería han sufrido la mayores caídas relativas de las rentas del trabajo... los empleados que ocupan las profesiones más susceptibles de ser automatizadas tienen menor poder de negociación salarial".

Por último, también conviene fijar la atención en las disparidades que se producen dentro del bloque monetario. Mientras que países como Italia presentan caídas de los salarios, otros como Alemania casi doblan la media del crecimiento de los salarios en la eurozona.

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