
Los gobiernos central y vasco han logrado un acuerdo sobre el Cupo, con lo que se desbloquean las negociaciones en torno a este asunto tras diez años de encontronazos entre ambas administraciones. Tras este pacto, el Estado devolverá a Euskadi 1.400 millones por las discrepancias de los años anteriores y fijará la cantidad para el próximo quinquenio en 956 millones, cerca de los 850 que barajaba Íñigo Urkullu. Este acuerdo se produjo una hora antes del debate de unos Presupuestos que finalmente contarán con el apoyo del PNV.
El abono de esta devolución se distribuirá de la siguiente manera: el 10% de los 1.400 millones se descontará del Cupo -la suma que Euskadi paga al Estado por las competencias no transferidas- a abonar este año, un porcentaje que en los próximos cuatro ejercicios pasará a ser del 15, 20, 25 y 30%, respectivamente. La compensación no se hará en metálico, sino que estas cantidades se descontarán de los pagos que el País Vasco deba hacer al Estado por el Cupo .
El texto acordado entre ambos gobiernos será aprobado en una Comisión Mixta del Concierto Económico a celebrar en la segunda quincena de mayo. El Gobierno Vasco ha destacado que el acuerdo supone entrar en "un periodo de estabilidad financiera" tras "normalizar y regularizar" las relaciones entre ambos ejecutivos, según ha explicado el consejero vasco de Hacienda, Pedro Azpiazu, en una rueda de prensa en Vitoria.
Asimismo el acuerdo contempla una "homogeneización" del denominado 'Cupo Líquido' y del índice de actualización del año base 2007. De esa forma, se fijan unos cupos Líquidos y compensaciones financieras definitivas para los ejercicios 2007-2015, y unas compensaciones provisionales para 2016.
Negociación previa
En los pasados días, el Gobierno vasco había constatado avances en la negociación que mantenía con el Ejecutivo central en torno al Cupo y este mismo martes el propio portavoz, Josu Erkoreka, aseguraba que se estaba "a la puerta" de lograr en Euskadi "una paz fiscal para quince años". En la negociación, ambos Gobiernos trataban de llegar a un acuerdo sobre la liquidación de los Cupos correspondientes a los dos últimos quinquenios, el 2007-2011 y el de 2012-2016, además de definir la nueva Ley Quinquenal.
Este acuerdo se ha formalizado el mismo día en el que comienza el debate en el Congreso de las enmiendas a la totalidad al proyecto de presupuestos del Estado para 2017, pendiente de un posible pacto entre el Ejecutivo de Mariano Rajoy y el PNV que salvaría este trámite de las cuentas públicas gracias a los 5 votos de los nacionalistas vascos.
Primer trámite parlamentario de los PGE
Así las cosas, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se enfrentará a la mitad exacta del Congreso, pues el número de diputados que respaldan el veto a sus Presupuestos es 175, a un sólo voto de la mayoría absoluta que supondría el fin de su tramitación parlamentaria.
En total, han registrado enmiendas a la totalidad el PSOE, Unidos Podemos-En Comú-En Marea, Esquerra Republicana, el PDeCAT, Compromís, EH Bildu y Nueva Canarias. Todas ellas se votarán conjuntamente, ya que todas piden lo mismo: devolver los Presupuestos al Gobierno.
Para superar el primer examen, el Gobierno necesitará al menos el respaldo de la otra mitad de la Cámara, los otros 175 diputados. En caso de empate volvería a celebrarse una segunda votación y de repetirse el empate en 175 quedarían rechazadas las enmiendas a la totalidad y el proyecto podría seguir su curso.
Sin embargo, para el resto de la tramitación será necesario contar la mitad más uno (176) y es aquí donde el PP espera conseguir el respaldo del único diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que, sin embargo, ha pedido la devolución de los presupuestos.