
Poco a poco y año tras año los alemanes tienen más activos extranjeros en sus manos. Gracias a la acumulación de enormes y continuos superávits por cuenta corriente, la posición de inversión internacional neta (PIIN) de Alemania ha superado el 50% de su PIB en el segundo trimestre de 2016 (en 2012 no llegaba al 25%), según datos de Eurostat. Es decir, la posición acreedora de los alemanes en el mundo es cada vez mayor gracias a las exportaciones, pero también al saldo positivo de la balanza de rentas (dividendos e intereses).
En este caso, la PIIN (variable de stock) mide la diferencia entre los activos extranjeros en manos de alemanes y los activos alemanes en manos de extranjeros, es decir, muestra la posición financiera neta de un país respecto al resto del mundo. La PIIN es el resultado de los sucesivos movimientos del saldo de la cuenta corriente (variable de flujo). Los grandes superávits por cuenta corriente de Alemania (del 8,4% del PIB en 2015) han colocado al país en esta posición acreedora, que se retroalimenta por el efecto que ejerce de la balanza de rentas.
La balanza por cuenta corriente refleja los intercambios de bienes y servicios realizados entre los residentes de un país (este caso Alemania) y los del resto del mundo. Esta balanza está dividida en la balanza comercial, la de servicios, rentas y transferencias corrientes.
Las balanzas importantes
Alemania obtiene el mayor superávit en la balanza comercial por el poderío de su sector exportador de bienes, pero a medida que los activos extranjeros en manos de alemanes aumentan, la balanza de rentas va mostrando saldos positivos más grandes.
La balanza de rentas recoge, como su propio nombre indica, todas las rentas de las inversiones en el exterior (intereses y dividendos). Los alemanes usan esos superávits por cuenta corriente para invertir en el extranjero, ya sea mediante acciones, préstamos o abriendo una fábrica en otro país, por ejemplo. Pero esas inversiones tienen su retorno, que son las rentas que repatrian los alemanes que han efectuado dichos movimientos (dividendos e intereses).
Como explican los expertos del banco suizo UBS, "los mayores ingresos por rentas son consecuencia natural de la acumulación de activos extranjeros (gracias a los superávits por cuenta corriente actuales y del pasado). La posición de inversión internacional neta ha alcanzado el 50% del PIB".
"Si una economía ahorra más de lo que invierte (en el interior del país), el excedente de ahorro se dirige al exterior y esto es lo que está mostrando el superávit por cuenta corriente. Alemania ha pasado de presentar un déficit por cuenta corriente durante los 90 a presentar el mayor superávit del mundo", destacan desde el banco suizo.
Si hay acreedores, tiene que haber deudores
Para que Alemania presente esa posición inversora tiene que haber otros países cuya PIIN sea negativa. Este es el caso de España, que a pesar de haber presentado pequeños superávits por cuenta corriente en los últimos años, tiene una PIIN negativa del -88,1% del PIB. Antes de que España comenzase a equilibrar su balanza por cuenta corriente esta posición llegó a ser del -98% del PIB. Los españoles estamos muy endeudados con el exterior y posiblemente una parte importante de esta deuda se corresponda con la posición acreedora de Alemania.
Otros país que presentan una PIIN negativa que supera el 100% de su PIB son Grecia (-133%), Irlanda (-190%), Chipre (-123%) o Portugal (-105%). Por el lado opuesto, los que mantienen una posición acreedora neta, aparecen Dinamarca (43%), Holanda (76%), Suecia (9,3%), Austria y Finlandia (1%).