Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull, cree que la situación en España debe ser realmente mala para que Bruselas se haya mostrado tan flexible (con el déficit) a pocas semanas de las nuevas elecciones. Aún así, con los objetivos de déficit ya marcados por Bruselas, los partidos políticos tienen poco que decir en campaña, asegura el economista catalán.
El Ejecutivo comunitario ha propuesto otorgar a España un año más, hasta 2017, para cumplir con la meta de reducir el desfase presupuestario por debajo del 3%. Así, deberá reducir el déficit en las cuentas públicas hasta el 2,5% al cierre del año que viene. Mientras que este año el déficit tendrá su tope en el 3,7% en lugar de en el 2,8% fijado en la última revisión. Es decir, España tendrá un margen de casi un punto porcentual (unos 10.000 millones de euros) respecto al objetivo fijado previamente.
Becerra explica en La Carta de la Bolsa que "si Bruselas ha dicho esto antes de las elecciones es porque las cosas han de estar mal, pero mal, mal; muy mal vaya". La situación es crítica, de modo que Bruselas también ha decidido retrasar la decisión sobre la multa, que según el catedrático "será pagar poco o nada".
Llegan las elecciones
Aunque Bruselas ha permitido a España cierta relajación fiscal, con estos nuevos objetivos de déficit la campaña electoral ya no tiene sentido: "Ahora digan, ¿de qué demonios se va a hablar en la campaña electoral? Bruselas ya ha hecho la campaña del 26 J", asegura Becerra.
"Sea cual sea el Gobierno que salga de esas elecciones, sea cual sea su color y los rostros de sus miembros, lo que dice Bruselas ese Gobierno va a tener que hacerlo sin discusión. Por tanto, ¿qué van a prometer en la campaña? ¿de qué van a hablar si no es de esto?", explica el catedrático de la Ramón Llull.
Para terminar, Becerra se pregunta qué pasará cuando España tome las medidas para cumplir con las directrices de Bruselas: "¿Se imaginan el panorama para cumplir con estos requerimientos? Sencillamente pavoroso. Insisto. ¡Cómo deben estar las cosas para que Bruselas haya dicho esto ahora!".
