
Como es costumbre, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, esbozaba en su discurso desde el Consejo Atlántico en Washington los temas principales que protagonizarán las reuniones de primavera de la institución la semana que viene. Echando mano de una cita del ex presidente John F. Kennedy, la mandamás del Fondo reconoció que la economía mundial deber evitar "acomodarse en la falta de acción". Lagarde ha hecho hincapié en que es necesario evitar que esta "nueva mediocridad" se convierta en "la nueva realidad".
En este sentido, Lagarde señaló que aunque el crecimiento general no es malo, al alcanzar el 3,4% el año pasado, cerca de la media de las últimas tres décadas, este no es suficiente para lidiar con la resaca dejada por la Gran Recesión. El impacto de la misma sigue notándose en el desempleo, especialmente entre los jóvenes, que sigue superando el 50% en algunos países.
"Hace seis meses advertí sobre el riesgo de un nuevo mediocre, marcado por un bajo crecimiento durante un largo periodo de tiempo. Ahora debemos prevenir que este escenario se convierta en una nueva realidad", indicó la directora gerente de la institución. Para Lagarde, la economía avanzadas lo están haciendo algo mejor que el año pasado. "La recuperación se afianza en Estados Unidos y en Reino Unido. Las previsiones para la zona del euro mejoran, con el bienvenido apoyo del Banco Central Europeo (BCE)", explicó la ex ministra de finanzas gala.
Frenazo en los emergentes
Sin embargo, los mercados emergentes, donde China se debilita hacia un crecimiento más sostenible, Rusia enfrenta serias dificultades económicas, Brasil se estanca y la India se postula como el punto brillante en lo que a crecimiento se refiere, presentan un panorama algo más pesimista que el año pasado. Un factor importante en esta situación está generado por la caída en los precios de las materias primas, especialmente el crudo. En este contexto, la capitana del FMI elaboró una serie de recomendaciones.
En primer lugar puso de manifiesto la necesidad de atacar los cerca de 900.000 millones de euros en prestamos con riesgo de impago que bloquean los canales crediticios en la eurozona. En este sentido incidió de nuevo en la imposición de marcos legales para lidiar con la insolvencia de estos créditos. La francesa recordó que las pequeñas y medianas empresas suponen el 50% de los créditos insolventes en el Viejo Continente.
En Japón, Lagarde dijo que existe la necesidad de mantener el ritmo y el impulso de las segunda y tercera "flecha", es decir, la consolidación fiscal y las reformas estructurales, del programa económico del primer ministro Shinzo Abe.
En lo que se refiere a los precios del crudo, la máxima responsable del Fondo estimó que si se reducen los subsidios energéticos, los países emergentes importadores de crudo podrían "ahorrar" hasta un 1% del PIB en 2015. Estos ahorros podrían destinarse a programas de crecimiento, inversión en infraestructura, educación o servicios de salud. El FMI ya advertía esta semana que el crecimiento potencial mundial no recuperaría su ritmo precrisis.
La estabilidad financiera, en peligro
Pero como ya advirtió el Fondo en su capítulo analítico del Informe sobre Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés) sobre el peligro que entrama para el sistema financiero, lo que se conoce como banca en la sombra, que incluye fondos de cobertura, gestores de fondos y fondos mutuos. La industria gestiona más de 75 billones de dólares, es decir, más del 100% del PIB mundial.
"El escenario de nueva mediocridad para el crecimiento no es acorde con la estabilidad financiera", dijo Lagarde. Aunque los riesgos financieros han decrecido en algunas regiones, han migrado hacia otras. "Por ejemplo de entidades bancarias a entidades no bancarias o de las economías avanzadas a los mercados emergentes".
La directora del Fondo puso de manifiesto los peligros derivados del contexto de política monetaria acomodaticia en que nos encontramos. "Existen efectos secundarios adversos ante los tipos de interés demasiado bajos o incluso negativos", advirtió.
"La capacidad de los inversores de tolerar más riesgo puede conducir a un encarecimiento (de los activos)", dijo. "Si persisten los tipos de interés bajos, podría haber problemas de liquidez para aseguradoras de vida o fondos de pensiones", añadió.
Lagarde hizo referencia a la fortaleza del dólar, que en los últimos seis meses se ha revalorizado un 12% en términos reales frente a otras divisas. Algunos países se han beneficiado de la depreciación de sus respectivas monedas, sin embargo, otros, con altos niveles de deuda denominada divisas extranjeras, pueden enfrentar cierta desestabilización dada la volatilidad en el mercado.