Economía

Niño Becerra tras el rescate: "No pasará nada imprevisto, los hombres de negro ya están aquí"

Bruselas y Alemania ya han advertido de que el préstamo que darán los países europeos a España para sanear su sector financiero tendrá consecuencias. Dos días después de haber pedido el rescate, el economista Santiago Niño Becerra también analiza qué le espera al país. Y responde: "Nada, absolutamente nada que no esté previsto y se aparte de lo computado".

En su opinión, "España va a pasar a estar más monitorizada de lo que ya está, y a los hombres de negro (a los que se refirió el ministro de Hacienda hace unos días) que ya están aquí se sumarán nuevos efectivos". Por tanto, piensa Niño Becerra, no es cierto que ese préstamo no tendrá consecuencias para España y su ciudadanía, a pesar de que el titular de Economía, Luis de Guindos, apuntara a ello el pasado sábado.

El catedrático de Estructura Económica de la Universidad Ramón Llull apunta, en su blog de La Carta de la Bolsa, que además de tener que recortar gastos y aumentar impuestos en alrededor de 59.000 millones de euros para reducir el déficit al 3%, además de tener que devolver la deuda pública que España ya debe, el país va a tener que devolver lo que el fondo de rescate europeo le preste para recapitalizar su sector bancario. "Porque, no olvidemos, eso es deuda pública, directa o indirecta, con sus intereses correspondientes"

¿Rescate o ayuda?

Para Niño Becerra, hablar de un calificativo u otro dependerá del color político, "pero lo único cierto es que de fuera vendrá una pasta que aquí no se tiene para hacer algo que debe hacerse".

¿Y cuánto dinero será finalmente necesario? Aunque se ha dicho que el préstamo de los países europeos alcanzará un máximo de 100.000 millones, habrá que esperar al resultado de las auditorías.

En cualquier caso, Niño Becerra considera que "la cifra final tiene que ser creíble, suficiente para reinstaurar la confianza". En este sentido, señala en su artículo que el volumen final debería ser el total de crédito que va a ser impagado por los prestatarios menos el valor real de los activos con que cuenta el sistema, menos la caja propia con que se cuente, menos el capital desembolsado, más los depósitos a devolver cuando se pida. "Porque, no debe olvidarse: los depósitos que a un banco se le han confiado los debe a quienes se los han confiado".

"Si no se tuercen otras cosas, como las elecciones griegas, o empeoran cifras ya de por si no muy buenas como las expectativas de crecimiento de Estados Unidos o de China, los mercados se conformarán con esos alrededor de 100.000 millones", pero teniendo en cuenta "que siempre puede llegarse a cualquier cifra de hasta 144.000 millones", calcula aproximadamente Niño Becerra. "Y si aún fuese preciso ir más allá siempre queda la opción de una quita, tema del que no se ha dicho ni pío, públicamente, al menos".

"Y ya tenemos el sistema bancario español a punto de ser saneado y limpiado. Claro que luego vendrá lo siguiente: devolver esa pasta", concluye el economista.

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