El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió por ocho votos a favor y uno en contra mantener el programa de compra de activos y su dotación, 200.000 millones de libras. Solamente Adam Posen optó por elevar los fondos, aunque la situación podría cambiar en su siguiente encuentro si la situación económica persiste.
En el documento se indica que el posible incremento del programa de liquidez de la institución financiera fue estudiado con detenimiento, debido a que "las debilidades y tensiones del último mes han reforzado significativamente la justificación para un relanzamiento de las compras de activos".
De hecho, para algunos miembros esto sería un motivo "suficiente para justificar la expansión" del programa en la próxima reunión.
No hay que olvidar que el mercado ya esperaba que el BoE diese un paso en esta dirección en la reunión que celebró la pasada semana. Así, se aguardaba un nuevo estímulo anticrisis en forma de una nueva oleada de compras de deuda en el mercado.
En cuanto a la decisión sobre los tipos de interés, que se mantienen en el 0,5% desde marzo de 2009, fue tomada por competa unanimidad por los nueve miembros del Comité, revelan las actas publicadas hoy sobre la última reunión.
En su último informe trimestral, publicado el pasado mes de agosto, la entidad gobernada por Mervyn King reconocía que las perspectivas de crecimiento económico para la economía mundial "se han deteriorado", lo que supone un debilitamiento de los pronósticos de crecimiento a corto plazo para Reino Unido.
En línea con otras economías desarrolladas, el BoE atribuye a factores externos este deterioro de las perspectivas, señalando en su caso a la crisis de deuda soberana en la zona euro como "el mayor de los riesgos" para las perspectivas económicas globales y ante el que la política monetaria británica cuenta con una capacidad "limitada".