
Los principales bancos centrales del mundo comenzaron a dar forma al plan de estímulo de liquidez anunciado este miércoles en el mes de noviembre. Y fue, para más señas, en la ciudad sudafricana de Kleinmond con ocasión de la reunión del G20.
Fuentes de los bancos centrales dijeron a Reuters que la idea surgió cuando importantes funcionarios se reunieron en la ciudad de Kleinmond para el encuentro del Grupo de los Veinte, cita que tuvo lugar el fin de semana del 17 y 18 de noviembre. Luego, los banqueros centrales del G10 se reunieron en Ciudad del Cabo el 19 de noviembre.
Los titulares de los bancos centrales involucrados -la Fed, el BCE, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá, y el Banco Nacional de Suiza- mantuvieron un mayor contacto la semana pasada, dijeron las fuentes. El Banco de Japón también ofreció su respaldo.
"Se reunieron todos el último viernes", dijo una fuente del G7. Con el BCE representando a Francia, Alemania e Italia, y el Banco de Japón también involucrado, esta fue una operación coordinada del G7 entre bancos centrales.
Hay que recuperar la confianza
"La confianza se ha deteriorado a gran velocidad en los mercados financieros globales", dijo la fuente. "Esta operación se centra menos en la liquidez y es más un intento de restaurar la confianza", agregó la fuente.
La confianza es de lo que carece el mercado. Las operaciones entre las instituciones financieras se agotaron y las tasas de préstamos interbancarios repuntaron. Un funcionario de la Fed dijo que los principales bancos centrales han hablado entre ellos intensamente durante agosto y septiembre -cuado comenzaron los problemas crediticios-, pero que las conversaciones disminuyeron hasta que las condiciones del mercado se deterioraron en el último par de semanas.
"Estábamos finalizando los detalles, tanto nosotros mismos como con otros bancos centrales. Nosotros y los otros bancos centrales queríamos realizar este anuncio cuando los mercados afectados estuvieran abiertos", dijo el funcionario de la Fed.