
El BCE ha anunciado hoy que ha suspendido los requerimientos mínimos de solvencia para aceptar los bonos portugueses como colateral en sus operaciones de financiación. La decisión llega después de que el martes Moody's rebajara a "bono basura" el rating de Portugal.
El presidente de la entidad Jean-Claude Trichet ha anunciado esta medida en el transcurso de su tradicional rueda de prensa tras la reunión sobre tipos de interés del Consejo de Gobierno del BCE.
"Tomamos esta decisión teniendo en cuenta que el Gobierno portugués ha aprobado un programa de ajuste económico y financiero que fue negociado con la Comisión Europea, con nosotros y con el Fondo Monetario Internacional", ha explicado Trichet.
Se trata de una medida similar a la adoptada con Grecia en abril de 2010, cuando las agencias de calificación crediticia rebajaron su rating a "bono basura". También tomó la misma medida en marzo con los bonos irlandeses.
Trichet ha aprovechado para criticar a las agencias de calificación crediticia por su "indeseable" funcionamiento de "pequeña estructura tipo oligopolio".
Oposición frontal al default
Por otro lado, el banquero francés envió un nuevo recado a los gobiernos europeos al subrayar que la cuestión de la participación o no de los bancos en el rescate de Grecia corresponde a los gobiernos.
Asimismo, Trichet, reitera la postura oficial que el BCE mantiene respecto a la situación de Grecia: oposición total a que se declare en cese total o parcial de pagos.
"Nuestra posición no ha variado. No al default parcial, no al acontecimiento de crédito", ha aclarado Trichet antes de subrayar que incumbe a los gobiernos "discutir con los inversores privados" las modalidades de la participación de estos últimos en el nuevo plan de rescate de Grecia.