
Mientras la Unión Europea sigue discutiendo cómo salvar a Grecia, las dudas se acrecientan en los mercados. El banco suizo UBS parece no creer ya en una solución para el país heleno y asegura que su destino final será, tarde o temprano, el default.
El subdirector de economía mundial de UBS, Paul Donovan, cree que Grecia "incumplirá el pago de su deuda en algún momento", y la incapacidad de Europa para hacer frente a este problema perjudicará al euro.
UBS comparte esta visión tan pesimista con el profesor de Harvard Martin Feldstein, que ya advirtió el pasado día 17 de que el plan de austeridad de Grecia fallará y el país solo tendrá como alternativas "algún tipo de default o abandonar el euro, o las dos".
"Pienso que Grecia está en una situación imposible", ha reconocido Donovan. "Considero que el problema que tenemos aquí es que Europa no logró superar su primer obstáculo serio", ha declarado. "Si Europa no puede resolver un problema pequeño como este, cómo va a resolver el problema más grande, que es que el euro no funciona", se pregunta.
Europa negocia a contrarreloj
Las palabras de Donovan son una muestra más del nerviosismo existente en el mercado con la situación de Grecia. Europa es consciente de ello, y de que hay que actuar cuanto antes. Según ha manifestado hoy el eurocomisario de Economía, Olli Rehn, la UE debe decidir esta misma semana o se corre el riesgo de provocar un "grave trastorno" en el euro.
"Estamos en una encrucijada. Grecia puede provocar un grave trastorno (al euro) o podemos aprender de esta crisis", afirmó Rehn.
Sea cual sea la solución elegida para ayudar a Grecia, debe tener el visto bueno de Alemania. Ayer, el que se está mostrando como un líder indiscutible en la zona euro, fijo sus condiciones para un rescate: agotar las posibilidades de financiación, ayuda del FMI y cambios en las normas para que no vuelva a haber problemas de deuda.