Economía

Grecia es una bomba política en manos de Merkel: Alemania oriental no perdonaría un rescate

La canciller alemana, Angela Merkel

Grecia sigue presionando para que llegue la ayuda. Pero las cosas van lentas porque la canciller alemana, Angela Merkel, se enfrenta a un complicado dilema que le obliga a no dejar cabos sueltos: debe ayudar a Grecia para blindar Alemania y la Eurozona de turbulencias y atender a un electorado opuesto a todo rescate. Grecia eleva el IVA al 21%, rebaja la paga del funcionariado y sube alcohol y tabaco.

Por el momento, fiel a su estilo, Merkel se limitó a declaraciones generales sobre el hecho de que Grecia tenía que "hacer sus deberes". Y este mensaje ha sido escuchado por Atenas, que anunció este miércoles medidas adicionales de ajuste para cumplir con su objetivo de reducir su déficit público en cuatro puntos porcentuales (del 12,7 al 8,7% del PIB) en 2010.

El Gobierno alemán saludó de inmediato las nuevas medidas decididas por el primer ministro griego, el socialista Giorgos Papandreou, y dijo estar "convencido" de que ayudarán a reestablecer la confianza.

Reunión decisiva en Berlín

Papandreou será recibido en Berlín por Merkel en un encuentro que "no tendrá como objeto promesas de ayuda de ningún tipo", según aclaró el portavoz de la canciller alemana.

Pero los inversores no se equivocan y para ellos esta visita "podría ser decisiva" para el futuro de Grecia, como señaló el analista Ben May, de Capital Economics.

Las nuevas medidas anunciadas este miércoles ayudarán a Grecia a refinanciar a corto plazo, pero "el Gobierno tendrá que obtener mucho más en los mercados en los próximos meses", explicó este experto.

Mientras la confianza no esté completamente reestablecida, la cuestión griega sigue planteándose con insistencia en los mercados.

Los bancos alemanes, salpicados

Alemania, muy apegada a la estabilidad financiera, defiende aún más que sus socios europeos la preservación de la moneda única, fragilizada por las especulaciones en torno a Grecia.

"Tenemos muchos bancos alemanes comprometidos con obligaciones griegas", comentaba este miércoles el diputado conservador alemán Hans Michelbach, miembro de la comisión parlamentaria de Finanzas. Tras la crisis financiera de 2008, esos bancos no pueden arriesgarse a sufrir una nueva sacudida.

Pero Merkel y su equipo, que según la prensa alemana se dedica desde hace semanas a analizar en forma concreta ayudas para Grecia, no pueden abrir simplemente el grifo.

Merkel se la juega en Alemania del este

De un lado, porque eso significaría "abrir la caja de pandora" y reduciría las incitaciones para que otros países pongan en orden sus finanzas públicas, señaló Michelbach.

Y de otro, porque eso sería un suicidio político. "No creo que Angela Merkel sobreviva (políticamente) si gira dinero a Atenas en lugar de hacerlo a Hanover o Leipzig", juzgó el economista en jefe del Citigroup, Willem Buiter, en el diario Handelsblatt.

El 80% de los alemanes rechaza una ayuda financiera de su país a Grecia, según un sondeo ante 73.000 personas publicado el lunes por el diario popular Bild.

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