Economía

Bernanke, Trichet y King: cartel de lujo en la 'Semana Grande' del dinero

Los tres principales bancos centrales del mundo, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo, se reúnen esta semana sin que se esperen cambios en los tipos de interés. Eso sí, las instituciones monetarias podrían modificar sus estrategias anticrisis menos convencionales.

¡Llega la Semana Grande de la banca central! Y lo hace con un cartel de lujo. El mejor posible. Una terna compuesta por los diestros más importantes del mundo: Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos; Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo (BCE); y Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra. Entre el 3 y el 5 de noviembre, lidiarán de nuevo toros de la ganadería crisis financiera, a la que se vienen midiendo recurrentemente desde el verano de 2007.

Bernanke primero

El primero en pisar albero será Bernanke. Lo hará en doble sesión, el martes y el miércoles, porque el banco central norteamericano, tal como viene haciendo desde octubre de 2008, prolongará su reunión durante dos días. La atención se centrará en el comunicado que difundirá a las ocho y cuarto de la tarde -hora española- del 4 de noviembre. Salvo sorpresa mayúscula, dicho documento recogerá que los tipos de interés permanecerán entre el 0 y el 0,25%, una horquilla vigente desde diciembre del año pasado. Así lo esperan 66 de los 68 expertos consultados por la agencia Bloomberg.

Ahora bien, la ausencia de cambios no equivale a que Bernanke se enfrente a una faena sencilla. Afrontará tres retos principales. El primero, determinar si reitera que los tipos seguirán "excepcionalmente bajos durante un largo periodo de tiempo", el mensaje que viene lanzando desde marzo para aclarar que, por el momento, no tiene previsto mover los tipos.

En cuanto al segundo, consiste en la posibilidad de que la Reserva Federal introduzca cambios en las medidas menos convencionales con las que está plantando cara a la crisis. Sobre todo, después de que el pasado jueves finalizara su programa de compras de deuda pública, dotado con 300.000 millones de dólares. Expirada esta iniciativa, sigue adelante el plan de adquisición de deuda hipotecaria y compañías con respaldo estatal, que cuenta con un montante de 1,45 billones de dólares y que, en principio, concluirá el primer trimestre ded 2010.

En tercer lugar, Bernanke deberá ofrecer su diagnóstico sobre la situación actual de la economía. Lo hará a caballo entre el esperanzador dato de la semana pasada, que reflejó que la economía creció a una tasa anualizada del 3,5 por ciento en el tercer trimestre de 2009, y las cifras de empleo que se conocerán el próximo viernes, que podían arrojar una destrucción de 170.000 empleos en octubre.

Cambio de 'tercio'

Casi sin tiempo para digerir la información de la Fed, llegará el turno de los espadas europeos. Tampoco se esperan modificaciones en los tipos, que seguirían en el 1% en la eurozona y en el 0,5% en el caso británico.

Como ocurre con la Fed, el hecho de que no tengan previsto mover los intereses no resta protagonismo a sus reuniones. Trichet saltará al ruedo para afrontar, como Bernanke, tres desafíos. En primer lugar, la atención se centrará en si cree que el precio del dinero permanece en un nivel "apropiado", el salvoconducto que emplea desde mayo para confirmar que no tiene prisa por subir los tipos. Si lo mantiene, prolongará esa intención; si lo retira, transmitirá la sensación de que el aumento de los intereses llegará antes de lo descontado.

El segundo frente del banquero galo consistirá en determinar si mantiene las condiciones para la inyección a 12 meses que suministrará a los bancos el 16 de diciembre. En este sentido, debe precisar si prestará dinero a las entidades al mismo nivel en el que están los tipos -el 1%- o si, por el contrario, impone un recargo. Si decide y anuncia lo segundo, sería el primer paso hacia un cambio de sentido del euribor a 12 meses, la principal referencia para las hipotecas a tipo variable en España, que podría empezar a repuntar. Además, Trichet deberá referirse a si la economía continúa enviando síntoma de mejoría, como ha sostenido en los últimos meses, y a la evolución de la inflación, que permanece en tasas negativas.

En cuanto a King se enfrenta a un dilema: ampliar o no en tiempo y cantidad el programa de compras de deuda pública y privada, porque está agotando los 175.000 millones de libras de los que disponía.

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