
Esta semana ha llegado a la Península Ibérica el primer episodio de temperaturas elevadas, que será generalizado en casi toda España y que complicará especialmente el día a día de los trabajadores que desarrollen sus labores al aire libre.
Por eso, como cada año, es pertinente responde a la siguiente pregunta: ¿es posible prohibir el trabajo al aire libre en una ola de calor? La respuesta es afirmativa, aunque con matices, siempre que se den determinadas circunstancias contempladas por la ley.
En 2023 se aprobó el Real Decreto-ley 4/2023, de 11 de mayo (puede consultarlo en este enlace), que modificó el Real Decreto 486/1997 para ampliar la protección de los trabajadores en cuanto a las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, incluyéndose una disposición adicional única en la que se reconoce la opción de prohibir el desarrollo de "determinadas tareas durante las horas del día en las que concurran fenómenos meteorológicos adversos".
Entre esos fenómenos adversos se encuentran los episodios de altas temperaturas, así como de alertas por lluvias o también por bajas temperaturas. La clave está en los avisos que lanza la Agencia Estatal de Meteorología, la AEMET. O, en su caso, explica el texto, "el órgano autonómico correspondiente en el caso de las comunidades autónomas que cuenten con dicho servicio".
En concreto, explica la ley, cuando tenga lugar "un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja o rojo, y las medidas preventivas anteriores no garanticen la protección de las personas trabajadoras, resultará obligatoria la adaptación de las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista".
Otros factores a tener en cuenta
Además, a la hora de tener en cuenta la posible prohibición del trabajo en determinadas horas cuando se dan esas alertas, también se considerarán "las características de la tarea que se desarrolle y las características personales o el estado biológico conocido de la persona trabajadora".
Todo esto se debe a que existen trabajos que se desarrollan al aire libre y a la existencia de lugares de trabajo que, a causa de la actividad desarrollada, "no pueden quedar cerrados", razones por las cuales, asevera la ley, "deberán tomarse medidas adecuadas para la protección de las personas trabajadoras frente a cualquier riesgo relacionado con fenómenos meteorológicos adversos, incluyendo temperaturas extremas".