
Abrir el abanico a nuevos modelos más asequibles se ha convertido en la clave de esta marca que parece multiplicar su volumen de negocio mes a mes. Quizá muy pronto la veamos ocupando el top de las listas de deportivos.
La gama de McLaren no para de crecer: 12C, P1, 650S, 675LT, 570, 540C... suma y sigue. El fabricante británico de deportivos parece haberse puesto las pilas en estos últimos años, hasta el punto de crear un abanico que va desde modelos radicales -y muy caros- hasta otros más utilizables en el día a día y con precios ligeramente más asequibles, aunque siempre para bolsillos holgados.
El caso es que esta estrategia expansiva ha dado como resultado un aumento de ventas exponencial, que seguro estará dando la vuelta a la cuenta de resultados de la marca. McLaren vendió el año pasado 1.654 unidades en todo el mundo, lo que sitúa a 2015 como el año de mayor crecimiento de su historia. Y todo parece indicar que 2016 será incluso mejor. De hecho, algunos mercados como el norteamericano han experimentado una subida en las ventas cercana al 80% en la primera mitad del ejercicio en curso.
En los próximos meses, McLaren ampliará su lista de concesionarios oficiales a 22, como parte de un plan de inversión en el que destinará 1.000 millones de dólares en un periodo de seis años. En este plan entran en juego, también, 15 modelos nuevos, de los cuales, al menos la mitad serán híbridos o eléctricos puros. Queda claro que pretenden hacer frente a la nueva oleada de deportivos propulsados por energías alternativas, como es el caso de Porsche y su Mission E, que apunta a ser uno de los modelos estrella de la firma alemana a medio plazo.
Si se comparan las cifras de ventas de McLaren con las de otros fabricantes de superdeportivos, lo cierto es que aún está un poco lejos de alcanzar las 3.245 unidades de Lamborghini o las 3.615 de Aston Martin, por citar sólo algunos ejemplos referentes al año pasado. Queda claro que todavía hay una brecha que salvar, pero también es cierto que si las cosas siguen así, McLaren podría situarse a la cabeza de esta lista bastante antes de lo que nadie hubiera imaginado.