Banca y finanzas

Bankia deja la Torre Cepsa: trasladará 500 empleados a su sede central

  • Vacía este año tres plantas, que ocupará HomeAway, y el resto en 2018

Bankia dejará el año que viene sus oficinas en la conocida como Torre Cepsa y trasladará a todos sus empleados a su propio rascacielos en Madrid, que se encuentra a solo un kilómetro de distancia, en Plaza de Castilla. Por el momento, la entidad ya ha dejado dos de las cinco plantas que ocupaba en el edificio ubicado al note de la ciudad, en el complejo de las Cuatro Torres.

Concretamente, Bankia tenía arrendadas en el inmueble de la planta primera a la quinta, y ha dejado vacías ya la segunda y la tercera, reubicando a sus empleados entre la primera planta y un espacio provisional que ha alquilado en la décima.

Antes del 31 de diciembre el banco tiene que dejar la primera planta, ya que Pontegadea, propietaria del edificio, ya tiene a un nuevo inquilino para los tres primeros pisos. Será HomeAway, la empresa de alquiler vacacional, la que ocupe este espacio que suma 4.960 metros cuadrados, en la que es una de las operaciones de alquiler más importantes por tamaño de Madrid en la segunda mitad del año. Así, la compañía dejará su sede actual, que se encuentra en el Paseo de la Castellana 79, y se mudará a la torre en la primavera de 2018, según confirmaron desde la propia compañía.

El resto del espacio que tiene Bankia en la Torre Cepsa lo irá dejando progresivamente a lo largo de 2018, a medida que avancen las reformas de reposicionamiento que está llevando a cabo la entidad en su sede central en Madrid, en una de las Torres Kio. Así, los alrededor de 500 empleados de Bankia que trabajan actualmente en la Torre Cepsa se irán mudando en fases, siendo la primera a finales de este año.

Con este movimiento, Bankia deja el que durante varios años fue uno de sus activos estrella dentro de la cartera de inmuebles en Madrid hasta que se lo vendió al fondo soberano de Abu Dhabi IPIC en septiembre de 2016.

Historia del rascacielos

La también conocida como Torre Foster, por el arquitecto que la diseño, ha pasado por muchas manos desde la creación del proyecto. Fue Repsol quien impulsó su construcción con la intención de que fuera su sede en Madrid. Sin embargo, la petrolera cambió de idea tras recibir una generosa oferta del entonces expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, por 815 millones en 2007.

La entidad también quería que este rascacielos albergara sus oficinas centrales en la Capital, pero su integración en Bankia paralizó dicho proyecto. Tras varios intentos de venta en plena crisis inmobiliaria, en octubre de 2013, la entidad logró arrendar la mayor parte de la torre al fondo soberano de Abu Dhabi IPIC, propietario de Cepsa y el banco se quedó únicamente con cinco plantas.

En el contrato de alquiler con el fondo se estableció una opción de compra del rascacielos que se debía ejecutar antes de cerrar el 2016.

En ese momento, el fondo no disponía de los recursos necesarios para llevar a cabo la adquisición debído a la caída del petróleo. Pero logró trazar una operación maestra ejercitando su derecho a compra tras haber alcanzado antes un acuerdo de venta del edificio con Pontegadea, la sociedad inmobiliaria de Amancio Ortega.

El fundador de Inditex pagó por el rascacielos 490 millones de euros, en la que fue su mayor operación hasta el momento en España, donde su gran adquisición había sido la compra de la Torre Picasso por 400 millones de euros a FCC en el año 2011.

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