
Los cortos no provocaron el desplome superior al 40% que Liberbank vivió en solo tres días. Al menos no de forma oficial, como se desprende de los últimos datos publicados por la CNMV, donde se mantienen intactos respecto a hace quince días (antes de que empezase su calvario en bolsa), en el 1,39%. Sin embargo, fuentes financieras explican que también existen bajistas que realizan operaciones intradía (es decir, que cierran la posición en una sola sesión, sin que quede reflejado en el saldo final que hace público el regulador). Hoy las acciones han caído un 13,85%, después de que ayer subiera un 41% con el anuncio del supervisor.
Eso explicaría, en parte, la alta volatilidad que ha llevado a la acción de Liberbank a aminorar la caída del 37 al 17% en una sola sesión, la del viernes. También "la salida de algún fondo de relevancia, que se ha visto obligado a deshacer la posición de forma automática, porque su política de inversión establece determinados rangos en los que debe cotizar un título para poder estar invertido en él", añaden esas mismas fuentes.
A pesar del desenlace del Banco Popular, no obstante, el sector financiero no se ha situado especialmente en el punto de mira de los cortos. Si en las últimas dos semanas no aumentaron de forma oficial en Liberbank, tampoco lo hicieron en Bankinter, donde se mantuvieron estables en el 0,4%. E incluso redujeron su presión sobre algunos. Como es el caso de Bankia, uno de los nombres que barruntaba en las quinielas para quedarse con el Popular, donde han bajado 0,2 puntos, hasta el 1,92%. O el del propio Banco Santander, quien asumió finalmente el rescate y ahora lo afronta con el 0,29% de su capital invertido a la baja frente al 0,69% de hace quince días (antes de la operación).
También en el propio Banco Popular, antes de que la CNMV decidiera suspender la negociación de sus títulos tras ser comprado por un euro por Banco Santander la semana pasada. Tras la presión ejercida por los hedge funds sobre el valor en los últimos meses, los cortos aminoraron su posición del 12,06 al 9,77%, aventurándose a la posible solución que estaba por llegar.
En BBVA (otra de las entidades que aspiraba a desenredar la situación de Popular), en cambio, los bajistas sí que aumentaron su posición, del 0,5 al 0,58%, a pesar de que en los últimos días se ha proclamado como una de las más alcistas del sector, junto con Bankia. También lo han hecho en Sabadell, que desde el miércoles es, por el contrario, el valor de todo el Ibex 35 que más cede en bolsa (un 4,43%). A cierre del viernes, los cortos controlaban un 1,95% de la entidad, 0,3 puntos porcentuales más que hace dos semanas.
Más allá del sector bancario
En los bancos, de hecho, no ha sido donde los bajistas han pisado más el acelerador. Con el permiso de Dia, donde han vuelto a marcar un nuevo máximo histórico (en el 23,89%), la presión también ha aumentado para Técnicas Reunidas. Con el precio del petróleo luchando por mantener la barrera de los 50 dólares, Técnicas es uno de las tres empresas del Ibex 35 que no consigue ponerse en positivo este año y los inversores que confían en que caiga aún más alcanzan ya el nivel más elevado desde diciembre de 2015, al suponer el 10,63%.
El regreso al parqué de Pescanova cuatro años después de que la CNMV suspendiera su cotización ha estado acompañado, también, por los cortos. Después de perder un 79% de su valor en bolsa en cuatro días, un hedge fund se ha instalado en ella con la esperanza de presenciar nuevos descensos con el 0,81% del capital.