
El coste de los créditos al consumo que ofrece la banca española ya es el más elevado de toda Europa. Los tipos de interés que aplican las entidades de nuestro país son los más altos de la zona comunitaria, según datos recopilados por el BCE.
A pesar de que el euribor sigue marcando mínimo tras mínimo y sigue en terreno negativo, las tasas en los préstamos para la financiación de bienes no paran de escalar. Así, en marzo, sin tener en cuenta las comisiones, el interés que exigían de media los bancos en España alcanzaba el 7,85%. La cifra sobrepasaba el 9% si se incluían las comisiones.
En los últimos tres meses, el tipo se ha incrementado sustancialmente, cosechando la segunda mayor subida del Viejo Continente. Las entidades los han encarecido desde septiembre en 73 puntos básicos, lo que ha permitido que en Portugal y Grecia esta clase de financiación sea más barata. En Grecia, como en buena parte de los mercados europeos, se ha abaratado.
Los franceses son los ciudadanos que menos pagan por los préstamos al consumo que concede en la actualidad el sector. Apenas tienen que abonar un 3,9%, la mitad que los españoles. Precisamente los galos también pueden beneficiarse de los tipos más bajos para otros fines, como la adquisición de una vivienda.
La subida de los precios en consumo coincide con el empuje en la comercialización de este producto en los últimos años. Las entidades de nuestro país han aprovechado la recuperación de la economía para impulsar la venta de estos créditos y lograr mayores márgenes en un contexto de tasas negativas. La financiación de bienes permite mejores rendimientos a la banca que una hipoteca, por ejemplo.
Así, el volumen de nuevos préstamos no ha dejado de aumentar desde 2012, el peor año de la crisis y en la que se produjo el rescate a las cajas de ahorros. En 2016 el importe concedido alcanzó los 25.356 millones, lo que supuso un crecimiento del 28,4%. En el primer trimestre del presente ejercicio ha reducido el ritmo, pero mantiene un elevado incremento, del 21,4%. Entre enero y marzo, la banca otorgó 6.645 millones para financiación de bienes (coches, muebles, electrodomésticos o viajes, entre otros).
En las hipotecas, en cambio, los tipos de interés sin comisiones no son de los más elevados, pero se sitúan por encima de la media y han perdido la última posición. Durante la época del boom y durante parte de la crisis, los préstamos para la vivienda eran los más baratos de la zona euro, lo que facilitó la compra de inmuebles en nuestro país.
Hipotecas
Las hipotecas aplican, sin tener en cuenta las comisiones (apertura, amortización y productos vinculados), una tasa del 1,94% y, de momento, no han recogido la esperada subida como consecuencia del impacto de la devolución de las cláusulas suelo para la banca. Algunos máximos responsables del sector habían advertido de las consecuencias de estas indemnizaciones y de la futura normativa del mercado hipotecario.
Uno de los productos que más ha bajado su precio es el crédito a pymes, uno de los más problemáticos durante la crisis y que más preocupaba a las autoridades. Los intereses, del 2,36%, ya están por debajo de los de Alemania, con lo que la política monetaria del BCE ha surtido efecto. Uno de sus objetivos era romper la brecha existente en la facilidad de acceso a la financiación del tejido productivo.
Los tipos de los depósitos de familias frenan su desplome
Los tipos que ofrecen los bancos por los depósitos a plazo a sus clientes particulares han frenado en seco el desplome de los últimos años. Los rendimiento, de hecho, subieron tímidamente en marzo al situarse en un 0,11%. Con el leve repunte, de apenas un punto básico, el pago por las imposiciones ya no es el más bajo del Viejo Continente. La retribución en Irlanda es del 0,1%. Las entidades de nuestro país han trasladado a las familias el hundimiento del euribor al terreno negativo para compensar la caída de los márgenes en los créditos. Las entidades remuneran más a las empresas por su dinero, aunque la tasa también ha bajado de manera sustancial en los últimos tiempo y, a diferencia de en otros países (Alemania y Holanda), aún no cobra de manera generalizada. El interés que reciben por los depósitos las compañías se encuentra en el 0,26%.