
Carlos Slim tendrá que inyectar de nuevo capital en Realia para asegurar su continuidad. Esta es la condición que ha puesto la banca acreedora de la inmobiliaria para poder acordar un acuerdo de refinanciación de los 678 millones de euros de deuda que vencen el próximo 27 de abril.
Según han confirmado fuentes conocedoras del proceso a este periódico, el magnate mexicano ha accedido a amortizar parte de este pasivo, que está vinculado al negocio de patrimonio. Gracias a ello la refinanciación se firmará la semana que viene, evitando así que la compañía tenga "un problema de liquidez que podría provocar una situación concursal", según indicó Realia en su folleto continuado.
Las mismas fuentes indican que Slim inyectará cerca de 100 millones de euros, y la otra parte, que se reduce por debajo de los 600 millones, se refinanciará ampliando el plazo de vencimiento y mejorando los intereses de este préstamo, que lidera Caixabank y en el que participan otras entidades cinco, entre las que se encuentran Santander y Bankia.
Los 678 millones de deuda forman parte de un crédito sindicado que se suscribió en abril de 2007 y suponen casi el 80% del pasivo total de la inmobiliaria (851 millones al cierre de 2016), donde Slim es el principal accionista con el 70,76% del capital, a través de la sociedad Inversora Carso y FCC. Actualmente, se le aplica un tipo de interés igual al Euribor más un margen que varía en función del LTV (ratio endeudamiento financiero neto-valor de los activos) de la inmobiliaria, que a 30 de septiembre de 2016 se situaba en el 49%.
La refinanciación de este pasivo será un paso más en el plan de viabilidad que ha diseñado Realia, con el objetivo de "racionalizar la estructura financiera y operativa y, especialmente, adaptar su calendario de amortización a su capacidad de generación de caja", explica la firma en el mismo folleto.
Slim puso en marcha la estrategia de reducción de endeudamiento prácticamente desde que logró hacerse con el control de la inmobiliaria en 2015. Durante el año pasado Realia logró la reestructuración de la deuda del negocio residencial y cerró una ampliación de capital de 147 millones de euros con la que saldó los 20,4 millones del préstamo participativo comprado por Inversora Carso a Sareb. Además, utilizó el dinero de la ampliación para amortizar 80 millones del préstamo de promociones. Con estas actuaciones redujo su deuda un 32% en un año.