
Las reformas emprendidas y las medidas adoptadas para reforzar la confianza en la economía española "han surtido efecto", aunque el ajuste "sigue siendo incompleto" y persisten debilidades estructurales, según señalan los técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha revisado una décima al alza sus pronósticos de crecimiento en 2016 y 2017 para España, recomendando acometer una "consolidación fiscal gradual" para colocar la deuda en una trayectoria descendente, reducir el desempleo y mejorar la productividad.
De este modo, según la declaración final de la misión del FMI que ha visitado España para elaborar el informe anual conocido como 'Artículo IV', la institución internacional prevé que la economía española crecerá en 2016 un 3,2%, igual que en 2015, mientras que el crecimiento del PIB se moderará al 2,3% en 2017, en ambos casos una décima por encima de lo que preveía respectivamente en la última edición del informe 'Perspectiva Económica Mundial', publicado el pasado mes de octubre.
Reformas del mercado laboral
A pesar de reconocer el crecimiento del empleo en los dos últimos años gracias a la moderación salarial y las reformas del mercado de trabajo, que han permitido una moderada reducción de la dualidad y del desempleo estructural, los técnicos del FMI advierten de que "la mayor parte de los nuevos empleos son de carácter temporal" y la dualidad del mercado de trabajo acentúa la volatilidad del empleo e inhibe la inversión en capital humano y la productividad de los trabajadores.
Los expertos del Fondo consideran necesario que los contratos indefinidos "sean más atractivos para los empleadores" y señala que, entre tanto, las recientes reformas del mercado laboral podrían ser más eficaces si se ofrece una mayor seguridad jurídica y administrativa a las empresas en materia de despido, además de concedérseles un mayor margen de control y flexibilidad en materia de condiciones de trabajo.
"Podría ser muy beneficioso actuar de inmediato en unos cuantos ámbitos prioritarios para los que parece que existe un amplio apoyo político: mejorar las políticas activas de empleo para reducir la tasa de paro de larga duración y juvenil, reformar el sistema de financiación autonómica y mejorar la eficacia de las políticas en materia de innovación y educación a fin de aumentar la productividad", añaden los expertos, que recomiendan apuntalar esta estrategia en el futuro con "nuevas reformas en el mercado laboral y en los mercados de producto".
Baja productividad
Por otro lado, los expertos del FMI consideran que en España la baja productividad sigue siendo un reto fundamental a medio plazo, dado que el panorama empresarial está dominado por pequeñas empresas, que suelen exportar menos, ser menos productivas e innovadoras que las empresas de otros países europeos.
"Las reformas laborales y de los mercados de producto han contribuido a mejorar la competitividad de las empresas, y se estima que añadirán alrededor de 0,5 puntos porcentuales al crecimiento anual de la productividad durante los próximos cinco años", apuntan los técnicos del FMI.
Para impulsar la productividad, la misión del FMI plantea llevar a cabo un ajuste de las políticas públicas para promover normas eficaces y mayor competencia, acelerando la aplicación de la Ley de Unidad de Mercado, y avanzando en la liberalización de los servicios profesionales.
Asimismo, los expertos del FMI reclaman más apoyo a la innovación por medio de inversión privada en I+D, que es baja en comparación con la de otros países europeos, y de mejoras en la eficacia del gasto público en I+D; así como una revisión de las normas que han dado lugar a "la trampa de la empresa pequeña"; así como una mejora del acceso a la financiación no bancaria.
Esta declaración no representa necesariamente las opiniones del Directorio Ejecutivo del FMI, que deberá aún debatir y decidir sobre el informe que le será presentado y que se elaborará tomando como base las conclusiones preliminares de esta misión.
De este modo, en política fiscal los técnicos del FMI consideran que una consolidación fiscal estructural gradual, pero sostenida garantizaría una firme trayectoria a la baja de la deuda, mientras ve probable que el déficit público sea superior a las previsiones originales, a pesar del fuerte crecimiento económico y de un menor gasto en intereses.
Subida de impuestos
Asimismo, la misión considera que "España puede permitirse un aumento de los ingresos", para lo que recomienda una reducción gradual de las exenciones del IVA, lo que incrementaría la recaudación a niveles semejantes a los de otros países de la UE.
Por otro lado, ante los bajos precios de la energía, los expertos del FMI reiteran que en España hay margen para aumentar los impuestos especiales y las tasas medioambientales.
"Junto con las reducciones ya adoptadas de los tipos de los impuestos de sociedades y sobre la renta de las personas físicas, estas medidas recaudatorias permitirían trasladar la carga tributaria, de forma favorable al crecimiento, de la fiscalidad directa a la indirecta", concluyen.
Financiación autonómica
El FMI ha sugerido que la reforma del sistema de financiación autonómica contemple la posibilidad de ligar a resultados las transferencias a las autonomías para incentivar avances en "áreas críticas" como la Ley de Unidad de Mercado y las políticas activas de empleo.
En la declaración final de la misión del FMI a España, el organismo avisa de que el sistema de financiación autonómica seguirá suponiendo un riesgo para la consecución de los objetivos de déficit si no se reforma.
A su juicio, la reforma debe mejorar los incentivos a las comunidades autónomas para que cumplan con sus objetivos de déficit, aunque "teniendo en cuenta sus diferentes capacidades económicas".
Para ello piensa que es necesario "hacer cumplir de modo más automático y estricto" los objetivos y dotar a las autonomías de una mayor "capacidad de movilización de sus propios ingresos".
Fusiones bancarias
Además, el FMI destaca los avances que ha experimentado la banca española desde la crisis, pero aboga porque el sector continúe con una política de provisiones "adecuada" y con nuevos aumentos de la eficiencia, "posiblemente por medio de fusiones".
El organismo también pide que las entidades estimulen los ingresos no procedentes de intereses, e incrementen el capital de alta calidad que, en su opinión, ayudaría a reforzar la capacidad del sistema bancario para absorber 'shocks' (activos improductivos), y así facilitar el crédito a medida que se recupere la demanda.