
La agencia de calificación Moody's ha rebajado la perspectiva para la banca española a 'estable' desde 'positiva' ante la presión que ejerce en la rentabilidad de las entidades un contexto prolongado de bajos tipos de intereses y la caída de la actividad bancaria en España.
En un informe sobre la solvencia de la banca española de cara al próximo año y medio, la agencia de calificación rebaja su perspectiva pese al crecimiento económico "sólido" de la economía española y su consiguiente impacto positivo en el desapalacamiento y en la calidad de activos del sector financiero.
Sin embargo, el analista senior de Moody's Alberto Postigo ha advertido de que la rentabilidad de las entidades financieras españolas "cada vez más" está cuestionada por los bajos tipos y el desendeudamiento, lo que está "erosionando" las ganancias antes de provisiones.
Moody's prevé que el saldo de los activos inmobiliarios adjudicados, que ha crecido de manera constante cada año desde 2009, se reducirá levemente ante la mejora del sector inmobiliario al calor de la recuperación de la economía.
No obstante, ha avisado de que la presión sobre el margen de intereses de los bancos, que representaron más del 50% de los beneficios de explotación en 2015, se ve agravada por la reducción del nivel de la actividad bancaria por la menor demanda solvente de crédito.
Moody's ha valorado que el crecimiento del PIB español en el primer trimestre de 2016 es "robusto", pero ha matizado que está impulsado aún por vientos de cola como los bajos precios del petróleo, unas condiciones de financiación favorables y el aumento del turismo.
De hecho, ha advertido de que la economía española presenta un perfil de crecimiento "más cíclico que estructural", por lo que es de esperar que se "debilite", pasando de crecer un 3,4% en el primer trimestre del año al 2% en 2017.
Santander y Caixabank entre los más resistentes
El último test de estrés rubrica que, salvo el italiano Monte dei Paschi di Siena y el irlandés Allied Irish Bank, los 51 grandes bancos europeos cuentan con capital suficiente para encarar una fuerte crisis económica. Pero también diferencia la robustez entre modelos y solvencias.
Y Criteria Caixabank y el Santander destacan, de hecho, entre las cinco entidades con el capital más resistente al desgaste de un escenario donde la morosidad brotaría a borbotones y el precio de las inversiones bursátiles, inmobiliarias y en deuda sufriría graves retrocesos a raíz de una hipotética recesión de las economías donde operan.
Su ratio de recursos propios más exigente CET1 fully loaded (con criterios que serán exigidos en 2019 y no ahora) se reduce, en concreto, menos de 200 puntos básicos, cuando en el Monte dei Paschi casi se volatiliza porque fulmina nada menos que 963 puntos básicos y Allien Irish sufre un deterioro de 880 puntos, arrastrándolos a ambos a cotas que ahora deben recomponer.
Este ranking de 'estabilidad' lo lidera el noruego DNB Bank, casi sin despeinarse: su capital apenas desciende del 14,31 al 14,3 -pierde 0,01 puntos-, seguido por el Danske Bank de Dinamarca y Criteria Caixabank. En el subgrupo de la banca española, BBVA se sitúa a un paso, con un deterioro de 208 puntos; que en el Popular, Sabadell y BFA-Bankia oscila entre 358 y 416 puntos básicos.
Aún así, el mayor impacto para estas últimas es relativo en la actualidad. En el caso del grupo presidido por Ángel Ron es el peor parado del análisis porque el resultado no incluye la ampliación de capital por 2.500 millones efectuada recientemente y cuyo cómputo auparía el ratio de capital estresado desde el 6,6 al 9,95%, según detalló el propio banco. El colchón de partida con el que encaran el ejercicio Sabadell y BFA-Bankia les convierte a su vez en los bancos españoles que más cerca se mantienen del umbral que les exige el Banco Central Europeo (BCE) de forma individual y para el que se ha pensado precisamente el nuevo test.
El ejercicio dirigido por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) daba por sentado que la industria era solvente en su globalidad y por eso no fijó un umbral mínimo para expedir aprobados o suspensos. La misión del análisis es servir al BCE para fijar el ratio de solvencia exigible a cada entidad, de forma individual, bautizado en la nueva jerga reguladora como Srep o requisito de supervisión y evaluación de capital. El Sabadell lo tiene establecido en el 9,25% y Bankia en el 10,25%, frente al 8,04% y 9,58% en el que se mantiene su solvencia CET1 fully loaded cuando los balances resultan estresados