La economía española va como un cohete, con tasas de crecimientos muy superiores a la media de la UE. Así en el periodo que va de 2022 a 2024, el crecimiento español fue del 6,2%, del 2,7% y de un 3,2 % frente al 4,7%, el 1,5% y el 2,4% europeo. Sin embargo, la percepción ciudadana sobre su situación económica es negativa. Para el 80% de los hogares, la situación oscila entre regular y mala. A ello contribuyen factores como la fuerte subida de la vivienda, que la ha convertido en un bien inaccesible para la mayoría de los ciudadanos, sobre todo en las grandes ciudades; o la precariedad en el empleo, pese a que la vicepresidenta Díaz presume de haber disparado el número de trabajos permanentes, gracias a la trampa estadística de los fijos discontinuos.