
El grupo fotovoltaico tiene un pasivo total de 303 millones, un 66 por ciento más de los 182 millones declarados cuando presentó concurso a final de mayo.
La situación financiera de Isofotón es, si cabe, aún más compleja de la que se conocía. La compañía fotovoltaica que entró en concurso en mayo acumula un pasivo concursal de 303 millones de euros, según el listado elaborado por el administrador, José Manuel González, y Deloitte, que está apoyándole en el concurso. Esto supone un 62 por ciento más que los 186 millones estimados a la presentación de la antigua suspensión de pagos.
La perspectiva, sin embargo, es la de que no haya siquiera opción de negociar convenio de acreedores y la empresa vaya directamente a liquidación para su posible venta. La cuestión clave es si, hasta ese momento, seguirá operativa o el juez de lo Mercantil de Málaga ordenará, por recomendación del administrador, parar la actividad para que no siga aumentando la deuda, como ha ocurrido desde junio. Un fábrica paralizada pierde casi todo su valor de mercado ante posibles inversores, lo que podría a su vez facilitar su compra por alguno de ellos.
La Junta de Andalucía, que en la última década ha concedido 62 millones en ayudas, avales y subvenciones, es el primer acreedor: tiene pendiente de cobro 44,7 millones. Se desglosan entre 32 millones por parte de la agencia pública Idea; otros 8,5 millones de la también empresa pública Soprea; y 4,2 millones que reclama la propia Junta de Andalucía como tal.
Le sigue en importancia la estadounidense Hemlock, que reclama otros 41,1 millones por una operación fallida de compraventa de obleas de silicio. Global Sun, otro de los intervinientes en esa operación, aparece en el listado con otros 10,7 millones. Otro proveedor, la alemana Deutsche Solar, acumula una deuda de 22,2 millones.
Bancos, administraciones, filiales...
Otros acreedores son los propios empleados: los 354 que salieron en mayo, a los que se les deben 6 millones; y los 300 que aún siguen en la empresa, que acumulan impagos de nóminas por otros dos millones. Las negociaciones para el nuevo ERE que podría dejar la factoría prácticamente parada al prescindirse de la plantilla aún restante se inician justamente mañana martes.
Por su parte, los tres principales bancos acreedores son Unicaja (11,5 millones), Caixabank (10,5 millones) y BMN (5,9 millones). También aparece Targobank, con otros 2 millones.
El Estado de Ohio (EEUU), donde Isofotón puso en marcha una fábrica a final de 2012, pide la devolución de los 15 millones de euros concendidos en ayudas para la construcción de esa factoría -que costó 30 millones-. También la filial de Isofotón, Silicio Energía, aparece con otros 22,3 millones.
Esta compañía, que promovía una fábrica de polisilicio -materia primera de los paneles fotovoltaicos- en Cádiz y luego en Huelva que quedó en agua de borrajas, actuaba también como intermediaria en la compra de silicio para Isofotón. Parte de las compras de materia prima que hizo no llegaron a entregarse por la caída de los pedidos en Isofotón, lo que activó cláusulas de indemnización recogidas en esos contratos de suministro, según explican fuentes de la empresa conocedoras de esos acuerdos.
En cuanto a administraciones, más allá de la Junta, sobresale la Agencia Tributaria (6,2 millones), Seguridad Social (3,6 millones), la Diputación de Málaga (5,2 millones) y el Ministerio de Industria (1,8 millones). Por último, el equipo Mercedes de F1 reclama 2,1 millones por un patrocinio impagado.