
La compañía, con un pasivo de 184 millones, sigue adelante además con el ERE para 360 empleados, la mitad de su plantilla.
Los acontecimientos se aceleran en Isofotón, cuyo futuro está hoy más en el aire que nunca. Varios elementos confluyen. Primero, la empresa no ha logrado pactar con sus acreedores en torno al pasivo de184 millones que mantiene e irá a concurso el 4 de junio, tras presentar preconcurso voluntario el pasado 4 de febrero adelantándose a otros proveedores y exempleados que pretendían solitarlo de forma forzosa.
La empresa explica esta solicitud de concurso por la imposibilidad de refinanciar la deuda con Caixabank, Unicaja y BMN (que integró a Caja Granada) que suma 30 millones, por la mala situación del mercado solar, y por las deudas heredadas de la etapa anterior a la llegada de Affirma a Isofotón (tomó el 80 por ciento en junio de 2010) que sumarían otros 97 millones y proceden de EEUU. Hasta junio de 2010, fue el grupo vasco-cántabro Bergé quien poseía la mayoría de Isofotón, y José Luis Manzano fue su director general hasta 2008, cuando fue despedido y luego denunciado por la propia Bergé.
Y, por último, Isofotón atribuye la presentación del concurso a la exigencia de devolución de tres ayudas por parte del Gobierno central por, al menos, 5,7 millones. Una tormenta perfecta que puede llevarse por delante a la empresa malagueña y sus casi 700 empleados, en la que es la tercera gran crisis desde su fundación a principios de los años 80 en Madrid.
No obstante, es relevante que los actuales gestores -Ángel Luis Serrano y su hermano Diego, dueños de Affirma y presidente y vicepresidente de Isofotón, respectivamente-, no parecen asumir ninguna responsabilidad en la situación de la empresa que llevan gestionando tres años y trasladan que todos los problemas se deben a terceros, actuales o pasados.
Pesquisas fiscales
A todo ello se añade que la Fiscalía de Málaga, a instancias del sindicato CSIF, ha aceptado abrir diligencias para averiguar el importe real y destino efectivo de al menos tres ayudas de la Junta de Andalucía bajo la forma de préstamos y avales concedidos entre 2011 y 2012. Sumarían en torno a 30 millones, de los que 8,4 millones eran para apoyar una inversión, hasta ahora fallida, en la planta del PTA de Málaga de 50 millones, de los que 40 millones procederían de la firma coreana Samsung.
CSIF sospecha que ha podido haber malversación de caudales públicos. El fiscal jefe de Málaga que asume las diligencias, Juan Carlos López Caballero, fue el fiscal anticorrupción en conocidos casos como Malaya o Astapa, y otros en la Costa del Sol.
Además, la empresa sigue pese a todo adelante con su plan para despedir a 360 personas, la mitad de su plantilla, mediante un ERE. Es el segundo intento de sacar adelante este proceso de ajuste, que asesora Sagardoy, en los últimos tres meses, tras rechazar la Junta andaluza el primer expediente por defectos de forma.
Problemas en EEUU
En cuanto a la reclamación procedente de EEUU, la compañía asegura que ha conocido en mayo la demanda interpuesta en un juzgado de Michigan (EEUU) por la multinacional fabricante de obleas de silicio (materia prima de los paneles solares) Hemlock por importe de 37 millones. Isofotón asumió una garantía de pago sobre un tercio del contrato de suministro de obleas firmado en 2005 entre Hemlock y otra empresa, Global Sun, quien a su vez proveía de ellas a Silicio Solar y esta ya a Isofotón. Ante la quiebra de Global Sun, Hemlock pide la ejecución de esa garantía a Isofotón (los otros dos tercios de esos contratos estaban garantizados por QCells, fotovoltaica alemana que también está en quiebra). Hemlock podría ampliar la demanda a la garantía de un segundo contrato, con lo que la reclamación total ascendería a 97 millones.
Esta garantía de pago no aparece en las cuentas auditadas de la empresa de 2010 ni de 2011, coincidiendo con el relevo en la gestión de Isofotón. Un portavoz del auditor desde 2010, PwC, asegura que un riesgo de este tipo sólo se recoge en las cuentas cuando es evidente que se va a materializar. Y explicaron que aún no está decidido si esta reclamación aperecerá o no en las cuentas anuales y el informe de auditoría de 2012 que se está ultimando actualmente.
Isofotón, por su parte, asegura que sí conocía el contrato garantizado, pero que la demanda en EEUU la ha recibido en mayo. Y que tampoco conocía la situación de insolvencia de Global Sun, además de señalar que se exige ahora el pago de un material que, desde 2005, se ha depreciado un 500 por ciento.
Se da la circunstancia de que Isofotón tiene en EEUU un activo estratégico, la fábrica de paneles de Ohio, en la que ha invertido 32 millones de dólares -la mitad aportados por ayudas públicas de ese estado-. También con este activo afronta problemas indirectamente al dificultarse los proytectos fotovoltaicos a los que iba a surtir.