El sector turístico se ha puesto en pie de guerra ante la posibilidad de que el Gobierno suba el IVA al 18 por ciento a determinados productos y servicios. La medida del Ejecutivo de Mariano Rajoy en plena temporada alta generará efectos desastrosos en el turismo y el comercio, dos sectores estratégicos para la economía andaluza.
Una vez más, y ya lleva unas cuantas, Rajoy tira piedras contra su propio tejado, ya que la promesa electoral del PP era aplicar una tasa super reducida, del cuatro por ciento a este sector y que, lejos de llevar a cabo, acabaría finalmente con un incremento de un 10 por ciento sobre el tipo por el que ahora tributan -el 8-.
La posible subida del IVA del Gobierno central le ha venido como anillo al dedo a la Junta de Andalucía, que se opone también, como los empresarios, a esta medida por afectar gravemente al turismo, un sector que emplea a nivel nacional a más de 2 millones y medio de personas y representa más del 10 por ciento PIB. Más del 92 por ciento de las empresas que lo forman ocupan a menos de 10 personas con unos ratios de más del 70 por ciento de empleados fijos.
Asimismo, más de un 40 por ciento del empleo son personas sin cualificación, por lo que el sector juega un importante papel en cuanto a inserción social, y genera mucho empleo indirecto, en subsectores tales como el comercio, la alimentación, la construcción o la limpieza.
Para el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la Costa del Sol (AEHCOS), José Carlos Escribano, las consecuencias a corto plazo serán desastrosas en cuanto a la rentabilidad de las empresas, el mantenimiento del empleo y la caída de la competitividad del sector.
Creemos que Rajoy debe dar un paso atrás, ser sensible al clamor del sector turístico y no adoptar esta medida de fácil aplicación, ya que perjudicaría a uno de los pocos sectores que tira del resto de las actividades. Muchas zonas de España necesitan el turismo para su sostenibilidad económica y social.