
Fernando Palazuelo, empresario, arquitecto y constructor español, se ha hecho con las mayores ruinas industriales de Detroit. La que fuera fábrica de Packard Automóviles llegó a tener hasta 36.000 empleados bajo su techo. El cierre de la empresa se produjo en 1956, desde entonces ha estado desocupada y ahora está en ruinas.
Palazuelo necesita 500 millones de dólares para convertir la antigua fábrica en varios negocios diferentes que incluyen un centro de capacitación laboral, una galería de arte y una escuela para formar a la gente en el manejo de drones. Con todo ello pretende convertir la zona en un lugar atractivo para que se instalen otros comercios y se instalen familias en sus alrededores.
Para todo ello, Palazuelo ha contratado a Albert Kahn Associates, la misma firma de arquitectura que levanto esa monumental edificación allá por el año 1903. El constructor español tiene unos 325.000 metros cuadrados para dar forma a su idea, espacio hay más que de sobra para convertir esa antigua planta en uno de los lugares más concurridos de Detroit.
El alcalde de Detroit, Mike Duggan, está muy contento con las intenciones de Palazuelo. Duggan explica que estas ruinas compuestas por 40 edificios estaban desmoronándose. La gente las usaba para hacer grafitis, macro-fiestas o jugar al paintball.
