
Mínimo histórico del euribor y balón de oxígeno para las familias hipotecadas, con matices. El euribor, indicador utilizado para el cálculo de la inmensa mayoría de los préstamos a la vivienda, cayó ayer por vez primera en su historia por debajo del 1%.
Cotizó el 0,994%, referencia hacia la que se ha ido deslizando de forma acelerada desde que el Banco Central Europeo (BCE) redujo el precio del dinero al 0,75% el pasado día 5. A falta de cinco sesiones para cerrar julio, el cálculo promedio del indicador es el 1,088%, el más bajo marcado nunca desde su fundación en enero de 1999.
Se esperan más caídas
La expectativa es que siga a la baja hasta incorporar el ajuste del BCE en el precio del dinero -de 0,25 puntos básicos- y podría ir más allá si el organismo dirigido por Mario Draghi profundiza en esa línea la próxima semana para ayudar a reanimar la economía. Si no lo hiciera y el euribor quedase congelado en la tasa actual, sería ya una buena noticia para los hipotecados puesto que se sitúa en cotas un 1,095% inferiores al 2,183% marcado en julio del pasado año. Se trata del mayor descenso interanual contabilizado por el indicador desde enero de 2010 -cayó un 1,390%- e implica que los que tengan la revisión anual de su hipoteca con la nueva referencia se van a ahorrar un dinero.
Los que revisen el préstamo con la referencia de julio economizarán unos 960 euros al año, por encima de los 641,40 euros del salario mínimo interprofesional. El cálculo está realizado sobre la hipoteca considerada tipo de 150.000 euros, a 25 años de amortización y con un interés del euribor más un diferencial del 0,50%; previa al estallido de la burbuja inmobiliaria.
Préstamos escasos y caros
El alivio será inferior en las escasas hipotecas constituidas en medio del tsunami de la crisis, simplemente porque el crash del ladrillo y la sequía de liquidez expulsaron del mercado a las atractivas ofertas de crédito. No sólo es una odisea lograr una hipoteca, sino que la entidad financiera aplica diferenciales sobre el índice de referencia que multiplican por varias veces el envidiable 0,5% precrisis.
Hoy, el coste medio en interés y comisiones de una nueva hipoteca es del 3,36%, según datos del pasado mes de mayo del Banco de España. Es decir, suma un 2,094% al 1,266% que alcanzó el euribor ese mes. En 2007, en pleno boom inmobiliario, los nuevos préstamos cobraban un 5,38% -comisiónes e interés-, con un diferencial del 0,601% sobre el 4,779 del euribor.
El desceso es un respiro pero no para todos. Muchos hipotecados firmaron contratos con el tipo de interés topado y no pueden beneficiarse de la bajada del euríbor. Son las llamadas cláusulas suelo, diseñadas para asegurar unos ingresos mínimo a la entidad financiera que concede el crédito, con independencia de lo que hagan los tipos en el mercado. También hay préstamos topados por encima, que garantizan al cliente una estabilidad en la cuota a pagar en caso de los tipos se disparen.
Un estudio del Banco de España estimaba en un 29% los préstamos contratados con suelos del conjunto de hipotecas: un 24 tenía suelo y techo, un 5 sólo suelo, y había otro 4% con tipos de interés topados sólo por arriba. El informe data de 2009, pero da una idea de cuál es la situación de esos hipotecados. El tipo medio de los suelos oscilaba entre el 2,75 y 3,5%, lo que les ha impedido beneficiarse de la caída del euribor desde 2009, salvo que su entidad se haya avenido a retirar el techo.