Mientras la mayoría de las inmobiliarias en España atraviesan uno de sus peores momentos desde que estallara el boom del ladrillo y se acumulara un stock de 700.000 pisos, la promotora Kristina Szekely puede presumir de su nueva promoción en Marbella: no para de recibir visitas y todavía no tiene colgado el cartel de 'Se vende'.
Se trata de Jardines del Príncipe, un complejo de 6.500 metros cuadrados con piscina, zonas ajardinadas tropicales y gimnasio, situado en una de las zonas más exclusivas de la Milla de Oro marbellí. Es famosa desde antes de su construcción por las quejas presentadas por los residentes de este área, que se movilizaron en su contra al considerar que no cumplía con las normas del plan de urbanismo. Estos alegaban que se trata de una zona urbanizable pero que el plan vigente sólo permite la construcción de adosados y viviendas unifamiliares.
Sin embargo el edificio, que ha sido finalmente legalizado a principios de este mes, saldrá a la venta en los próximos meses, con unos precios que oscilarán entre los 500.000 y los 600.000 euros por apartamento; consta de cuatro plantas más áticos y se compone de 81 apartamentos de 180 metros cuadrados, de tres habitaciones y tres baños.
"Desde que nos han dado esta promoción hemos recibido en pocos días más de 60 visitas, de las cuales tres están ya en vías de negociación para la adquisición de dos viviendas y un ático", explica Kristina Szekely, dueña de la inmobiliaria a la que da nombre.
Interior de uno de los apartamentos de la promoción 'Jardines del Principe' en Marbella.
El ajuste de precios funciona
El secreto de su éxito, asegura Szekely, es que Marbella no sólo depende del mercado español, "hay muchos extranjeros. Los rusos y los ingleses están empezando a volver, su economía está mejorando y se están aprovechando de los precios óptimos de nuestro mercado".
"Concretamente esta promoción tiene unos precios realmente ajustados, al 30% y calidades de lujo, por lo que se convierte en un producto estrella", explica.
Szekely no se equivoca, el ajuste de los precios de las viviendas en un 30% y el descenso del 2,7% del precio medio del metro cuadrado de suelo en el primer trimestre de este año han ayudado a mejorar las ventas, pero no en todos los sectores, ya que el descenso de los precios no significa que los pisos de lujo se sitúen al alcance de todos los bolsillos.
"Nosotros tenemos casas que antes costaban tres millones de euros y hoy en día hay posibilidad de adquirirlas a dos millones. Hay gente que lleva toda la vida queriendo comprar una casa así, y este es su momento", apunta la propietaria de la promotora.
Los datos presentados por el Ministerio de Fomento corroboran que las transacciones realizadas por extranjeros residentes en España durante el primer trimestre de este año experimentaron un crecimiento interanual por tercer trimestre consecutivo del 19,6%, resultado de un total de 8.289 compraventas.
La crisis del ladrillo
Al margen del caso de esta inmobiliaria, que se reconoce más bien como algo aislado, la realidad del mundo del ladrillo se presenta bastante desoladora.
Las grandes inmobiliarias de nuestro país están haciendo frente a unas cifras que ni en sus peores pesadillas hubieran imaginado hace varios años.
De hecho, en los tres primeros meses de este año empresas como Fergo Asia o Urbas no registraron ninguna venta, mientras que Metrovacesa entregó las llaves de nueve casas, frente a las 502 del mismo periodo de 2007.
Por su parte Quabit registró dos ventas y 60 operaciones de transmisión de vivienda con entidades financieras. Reyal Urbis cerró el trimestre con sólo 20 comercializadas, frente a las 767 que supuso el balance hace cinco años.
En total, entre enero y marzo de este año, se vendieron en España 70.228 viviendas, lo que representa una disminución del 5,7% frente al mismo periodo de 2011, según datos del Ministerio de Fomento.
Frente a estas cifras, las previsiones del grupo de tasación Euroval, recogidas en un informe, son realmente alentadoras: "el stock comenzará a disminuir durante este año", prevé la compañía.