Vivienda

Ni ventas ni preventas: los compromisos de compra de vivienda caen más de un 70%

  • La falta de crédito desploma reservas y escrituraciones

"Las preventas de las inmobiliarias son el termómetro que mide la salud del sector. Un número bueno de preventas augura un ejercicio interesante. Al revés, si los ciudadanos no dejan señal, eso quiere decir que estamos muy malitos", dice un responsable de un sector que hace tiempo que está en cama "y en coma", subraya.

Sólo hay que ver los datos de los nueve primeros meses del año de las grandes, las que antaño hicieran números de hasta 6.000 preventas, como es el caso de Reyal Urbis. Hoy, sus números apenas superan los 200. En total, se habla de caídas superiores al 70%.

No se vende, porque no se prevende. O lo que es lo mismo, los esfuerzos de las grandes inmobiliarias por hacer su producto atractivo no logran que los clientes se animen a dejar una señal como reserva. Ni el reclamo de un IVA reducido, ni un "compre sin entrada", ni un crucero de lujo para toda la familia acaban con la incertidumbre de unos ciudadanos que tienen miedo a gastar. Se acabó el vender casas como quien vende churros. Ya nadie se las quita de las manos.

La suma no da

La caída de compromisos de ventas de viviendas marca las cuentas de las compañías. Aún quedan tres meses para remontar los balances, pero no va a ser tarea fácil. Ello a pesar de que las inmobiliarias ya tienen en construcción un 62% menos de pisos respecto a 2010 y pese a que las compañías del G-14, el grupo de las grandes, han ajustado los precios desde el inicio de la crisis (enero de 2008) una media del 29%.

Cuesta creer que los números que se facilitan en la CNMV responden a la realidad: las 220 de Reyal Urbis o las 25 de Colonial, "pero es la triste realidad", dicen. Sólo Martinsa Fadesa registra más operaciones y esto, se advierte desde la compañía, gracias al mercado internacional. Elevó el volumen de preventas formalizadas en los nueve primeros meses hasta sumar 717. El año pasado no hubo preventas ya que el objetivo era liquidar el stock.

También en Quabit (la antigua Astroc) las cifras se cogen con pinzas ya que de las 335 preventas, muchas se las han quedado dos sociedades vinculadas a entidades financieras por valor de 82,7 millones de euros. En 2007 las unidades firmadas sumaban casi 2.100.

En Realia se cerraron 146 preventas por un importe de 25,3 millones, casi un 70 por ciento menos que las contabilizadas en septiembre de 2010, con 375 unidades por 82,4 millones. Tampoco Metrovacesa despedirá el año con champán: se habla sólo 135 preventas (un año antes de firmaron 625 y antes de la burbuja, 1.600).

El farolillo rojo es para Colonial, pero también sus 25 unidades prevendidas tienen explicación ya que desde la inmobiliaria se recuerda que la compañía sigue en marcha con su política patrimonialista. El área residencial cuenta con un peso aproximado del 20 por ciento en el negocio de la compañía. En Reyal Urbis la caída es importante y las preventas formalizadas caen un 56%, de 220 a 138 unidades, según fuentes de la empresa.

Tsumani sin precedentes

Más que caída o pérdida, los expertos hablan de un tsunami sin precedentes que tiene su explicación en la falta de financiación de la banca, origen de uno de los mayores desastres que se recuerdan. Además, muchos de las personas que cerraron alguna operación se han visto obligados a cancelarlas.

Según las inmobiliarias, es un hecho cada vez más frecuente dada la crisis que sufre el país. José Luis Ruiz habla de "promotoras zombis que optan por colocar su stock a la banca ya que siguen valorando los pisos a precio de compra y no al precio cual. Prefieren no perder" .

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