
Novagalicia era una de las pocas entidades que todavía no había publicado la actualización de su exposición al sector inmobiliario. A través de un informe enviado a la CNMV la semana pasada, la entidad gallega desvela que el crédito en moroso o en riesgo elevado de que entre próximamente en insolvencia con este segmento de actividad alcanza los 4.924 millones, el 45%, seis puntos porcentuales por encima de la registrada a finales del ejercicio pasado.
En pleno proceso de captación de inversores privados para reducir el peso del Estado en su accionariado, el banco detalla este aumento de los activos problemáticos relacionados con el 'ladrillo'. A cierre de septiembre contaba en su balance con 11.191 millones en préstamos concedidos a las promotoras, frente a los 11.762 de finales de diciembre del ejercicio pasado.
Número mayor de embargos
No obstante, la líneas de financiación que han entrado en morosidad aumentaron en más de 400 millones y sobrepasan ya los 3.000 millones. Por su parte, los créditos subestándar -en los que existe alta probabilidad de impago- se estabilizaron por encima de los 1.900 millones.
Este incremento de la dudosidad en el cobro ha acrecentado el volumen de inmuebles en manos de la entidad gallega, ya que se ha visto obligado a elevar los embargos y canjes de deuda por activos. Así, Novagalicia posee en la actualidad 2.850 millones de euros. En diciembre, el valor de los pisos y suelo alcanzaba los 2.685 millones.
El grupo que preside José María Castellano ha ido provisionando paulatinamente estos activos y la hucha de las dotaciones cubre el 30% de las pérdidas que puedan originarse en esta partida. Este fondo es similar al que han acumulado el resto de competidores.
A la espera del 'banco malo'
Estos activos, si finalmente el Gobierno materializa la creación de un banco malo, podrían dar oxígeno a la entidad, como al conjunto del sector. Las negociaciones están en marcha y una de las dificultades para constituir este instrumento público es la valoración de los activos. Además, se está debatiendo si todos los activos problemáticos podrán ser vendidos al Estado o sólo una parte. En la cartera de Novagalicia, casi la mitad de los inmuebles son suelo, unos 1.300 millones, que es considerado de peor calidad.
La creación de este banco malo allanaría el camino para que inversores privados entraran en el capital de la gallega. Es uno de las condiciones que han impuesto algunos de ellos, la mayor parte extranjeros. En la actualidad, Castellano negocia con distintos empresarios que adquieran al Frob parte de las acciones que tiene en su poder tras su nacionalización.
Búsqueda de capital privado
El presidente de la entidad ha encontrado ya a varios, entre ellos Manuel Añón, que estarían dispuestos a ejecutar la operación en las dos próximas semanas. La intención de Novagalicia es que estos inversores, principalmente gallegos, desembolsen ahora en torno a los 150 millones de euros, lo que supondría el 5% del capital.
El resto de entradas de fondos privados estaría prevista para marzo, junio y septiembre, con el objetivo de rebajar el 93% de las acciones en poder del Estado.
Con la subida de la morosidad en el sector promotor, el ratio de créditos impagados en el grupo ha aumentado hasta el 8,46% del total. La cifra está muy por encima de la media del sistema, que se sitúa en un 7,14%.