
El excedente de viviendas nueva sin vender se situará por debajo de las 500.000 este año -en 2010 se cerró con un stock de 687.523 unidades- gracias a que las ventas crecerán un 6% por el repunte de la inversión de no residentes nacionales y extranjeros, según datos del Instituto de Práctica Empresarial (IPE).
Según indicó el director de la Cátedra Inmobiliaria del IPE, José Antonio Pérez, encargado de presentar esta radiografía del sector, el ajuste "ya ha tocado fondo" en algunas regiones, lo que hace pensar que se avecina un "repunte" de la actividad: a se empieza a observar en el crecimiento de los visados de obra nueva y que debería consolidarse a lo largo de 2012.
De cara al cierre del año, el IPE prevé un crecimiento del 6% de las operaciones inmobiliarias, hasta alcanzar las 800.000 ventas -la mitad de ellas de viviendas-, gracias al crecimiento de la inversión de no residentes nacionales y extranjeros, principalmente escandinavos, rusos, alemanes e ingleses.
Demanda embalsada
Según el IPE, después de que el stock comenzara a absorberse en 2010, "ya hay zonas donde no hay" viviendas disponibles y donde hay una demanda "embalsada". "Es previsible que a finales de año, si el ritmo de compraventas se mantiene, la demanda vuelva a ser superior a la oferta en estas zonas", recoge el informe, que pone como ejemplos a Madrid y Barcelona. Asprima señalaba ayer que el stock de vivienda se reducirá en más de 100.000 en 2011.
En este contexto, Pérez se mostró optimista y confió en un continuado crecimiento de las compraventas durante de 2011, al tiempo que apuntó que podrían crecer las operaciones sin financiación por las duras condiciones de concesión de créditos actuales.
Por otro lado, Pérez también puso énfasis en la recuperación de la inversión extranjera en inmuebles, que consideró "otra palanca" para acelerar el drenaje del stock. Sin embargo, advirtió de que esta absorción "será lenta" en las zonas de costa.
Fórmulas para crecer
Así, Pérez puso sobre la mesa una serie de recetas para acelerar la absorción. En primer lugar plantea recuperar la deducción por compra de vivienda, ya que incentivaría las transacciones y sanearía las cuentas públicas, en tanto que los impuestos que gravan las compraventas de viviendas aportarían más al Estado lo que se dejaría de ingresar por la vía de las deducciones.
Según aseguró el director de la Cátedra Inmobiliaria del IPE, el sector público ha pasado de ingresar 40.000 millones de euros en 2006 a algo más de 15.000 millones de euros en 2011, de forma que con esta medida se contribuiría de forma decisiva a la reducción del déficit público.
Además, Pérez apostó por aprovechar parte de los inmuebles para usos que aporten una rentabilidad regular como el de los apartamentos turísticos, especialmente en el caso del excedente de viviendas en la costa.
Al respecto, Pérez también demandó una activación de la comercialización internacional "como mucha más fuerza de lo que se está haciendo", en alusión al road show realizado en los últimos meses por el Ministerio de Fomento.