
Maria Antonia Trujillo, ex ministra de Vivienda del primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado que la vivienda tendrá que caer un 50% desde máximos, al tiempo que critica la gestión de Pedro Solbes, defiende la suya, y advierte de las dificultades a la que se enfrenta este mercado actualmente en España, sobre todo por culpa del desempleo.
En una entrevista con el portal inmobiliario Idealista.com, Trujillo asegura que cuando accedió al cargo de ministra "ya se sabía cuál era el problema de España, no era una cosa nueva: el país no podía crecer indefinidamente a través del sector inmobiliario".
"En España no existía ningún milagro económico, estábamos viviendo de una economía que estaba basada en la vivienda, porque no existía otra actividad económica alternativa a la vivienda", mantiene la exministra, que añade que "que tampoco la hay ahora. Aquí vivía de la vivienda desde el ciudadano de a pie, hasta el político o el periodista, vivía toda la gente de la vivienda porque era un mercado especulativo".
En cuanto a la situación actual, Trujillo se muestra muy pesimista. Preguntada sobre si es el momento de comprar, responde que "no es el mejor momento porque todo se está ajustando".
En cuanto al precio, asegura que "tiene recorrido a la baja, porque si no, no se va a vender nada, país porque como no hay posibilidades de generar empleo por otros negocios, o se ajusta por las buenas o por las malas". Más en concreto, Trujillo defiende que el precio de la vivienda tiene que caer un 50% desde los máximos de 2006, (las estadísticas actualmente hablan de que apenas lo ha hecho un 20%).
Además del precio, en línea con otros expertos, la ex ministra asegura que otro problema es el stock. "Hay vivienda construida en España para los próximos 10 años y suelos recalificados para los próximos 20 años. España, hoy por hoy, no tendría necesidad de construir nada más".
Un futuro poco halagüeño
Ante este panorama, Trujillo cree "ni mucho menos" ha pasado lo peor. "El problema es que en España hay muchos desempleados que no tienen dinero", y que aunque hay demanda de vivienda, "esa demanda es ficticia porque la gente no tiene dinero para comprar y quienes tienen dinero para comprar están buscando y no comprando vivienda".
En este punto, la ex ministra insiste: "el precio de la vivienda no puede subir porque España tiene un 20% de desempleados. Hay gente con dinero invertir, pero esperan a que el precio baje porque no tienen necesidad de tener una casa en propiedad".
Sobre el futuro económico del país en general, tampoco se muestra optimista, sobre todo teniendo en cuenta el peso del ladrillo. "Veo nuestra economía en una lenta agonía porque creo que para sacar la economía adelante, necesitamos un modelo económico alternativo". "Nuestra economía no tiene ningún nicho de mercado alternativo a la vivienda, por tanto, no me imagino a nuestro país creciendo con otra cosa que no sea la vivienda", añade Trujillo.
Buscando culpables
La ministra reparte entre todo el mundo las culpas de la burbuja inmobiliaria. Preguntada sobre los responsables, asegura que fuimos "todos, desde el ciudadano que quería una vivienda protegida para especular con ella, como el que compraba una vivienda libre y obtenía unas plusvalías inmediatas o el ciudadano que no quería que el precio de su vivienda cayera en 2004 y quería que cada vez creciera más".
Además, se permite dejar algunos recados a sus antiguos compañeros en el Gobierno, especialmente a Pedro Solbes, ministro de Economía de entonces, al que critica abiertamente hasta tres veces a lo largo de la entrevista.
"La vivienda es un bien de uso y no un bien de inversión. No puede pasar que en España, a diferencia del resto de países europeos, el precio de la vivienda haya oscilado tanto. El precio tiene que tener un precio fijo con las oscilaciones del IPC como pasa en Francia o en Alemania. Para nosotros era un bien de inversión y el ministro de economía, Pedro Solbes, defendía que era un bien de inversión".
También aprovecha para defender su gestión. "Jamás he negado que hubiera una burbuja inmobiliaria. Siempre he dicho que estábamos trabajando para conseguir un aterrizaje suave de los precios y nunca he negado que hubiera una burbuja inmobiliaria desde el 2004 trabajé en esta dirección para acabar con la burbuja, lo que no quiere decir que otros trabajaran en esta misma dirección, como el ministro de Economía".
El último recado lo da respecto a una de las medidas más polémicas del Gobierno, la eliminación de la desgravación para la compra de vivienda. "En aquella época (refiriéndose a la que fue ministra) sí hubiera sido un buen momento para acabar con la desgravación por compra de vivienda o equipararlo con el alquiler. Entiendo que el ministro de Economía tenía que presentar cifras económicas y la economía iba como la seda. Creo que eliminar ahora la deducción no es la medida más adecuada".
Además, asegura que "cuando yo llego al gobierno en 2004 intento hacer todo lo que está dentro de mis competencias y mucho más. Se hizo todo lo que se pudo hacer desde el ámbito de vivienda. Ahora bien, había algunos aspectos como la fiscalidad que escapaban de mis manos", en otra crítica velada al ministro de Economía. "Yo trabajé contra una burbuja inmobiliaria".